Segovia

La provincia prepara un banco de lugares para el rodaje de películas en los pueblos

Cada ayuntamiento planteará las localizaciones que considere –no hay ni mínimo ni máximo–, se pide singularidad. «La idea es que te diferencies un poco de lo que ofrecen los demás. Plazas de pueblo habrá tres millones en España», resume el diputado de Turismo, Javier Figueredo. Es un trabajo documental, desde la imagen a la descripción o los espacios con los que cuenta el municipio para la logística del rodaje. «Esto abre el abanico a gente que tenga difícil dar a conocer los rinconcitos bonitos de sus pueblos». La Diputación ahorra el trámite a los ayuntamientos y facilitará ayuda para este inventariado; por ejemplo, fotógrafos para que tomen las imágenes o personal para elaborar las fichas técnicas. «Esto hará que el número de rodajes aumente considerablemente. Si te pones a pensar, en la mayoría de los pueblos se ha rodado algo. Lo que queremos es sacar un rendimiento para los ayuntamientos».

A falta de concretar los trámites de la adhesión a la Film Comission, el proceso tendrá varias fases. El primer nivel será optimizar los recursos de los ayuntamientos que ya tienen algún tipo de regulación sobre rodajes de cine, unos 40. Uno de los puntos que plantea Figueredo es ayudar a pueblos que no tienen ordenanzas del estilo a que elaboren la suya para poder cobrar por el cine. «Las productoras llegan a acuerdos con estos ayuntamientos, pero lo suyo es regularlo porque los profesionales lo van buscando». El mapa de los rodajes provinciales va unido a la naturaleza y a la proximidad con Madrid: desde El Espinar al Real Sitio de San Ildefonso, Riaza, Pedraza, Ayllón o Sepúlveda. «Los pueblos más grandes son los que más interesan. Las empresas buscan espacios al natural, pero que tengan servicios».

Figueredo, alcalde de El Espinar, habla de una recaudación anual de unos 100.000 euros por rodajes, simplemente por los permisos diarios –cerca de 2.000 euros– para utilizar los espacios. La inmensa mayoría de las solicitudes son para rodar en el monte, así que la labor municipal es comprobar el acceso al medio natural en los días propuestos –por ejemplo, restricciones por anidamiento de aves– o fija el número de vehículos autorizados. Uno de los montajes recientes fue un coche que se estrellaba con un pino, así que la productora trasladó un vehículo ya dañado y lo adhirió al árbol. «Lo que pedimos es que dejen todo como se lo han encontrado. Tenemos tres guardas forestales que están constantemente acompañando a los rodajes».

El Espinar es el paradigma del gran activo de Segovia. «La gente viene porque la provincia está al lado de Madrid. Lo que aquí vale 2.000, allí vale 6.000». También está la diversidad natural frente a una región más uniforme en cuanto a paisajes. «La Pedriza no tiene monte, pero aquí hay muchísimas posibilidades, desde caminos a lagos». Figueredo subraya que los ingresos van más allá de las tasas municipales: desde las pernoctaciones a la comida o el acopio de materiales. Por ejemplo, una tienda de informática de El Espinar, un pueblo en el que en estos momentos se están rodando seis series de Netflix, se ha convertido en un especialista de cableado ante las demandas constantes de las productoras.

El razonamiento de la Diputación es que ese impacto económico puede traducirse a lugares con menos población. Si el pueblo tiene 200 habitantes, será la comarca la que cubra el resto de servicios. «Si somos capaces de que todo el mundo se vaya aprovechando de cierto modo de todo esto, es otra manera de mover la economía, que haya algún ingreso. Si no tenemos sitio en El Espinar y se van a grabar a Vegas de Matute, se aprovecha todo el mundo». Hace unas semanas buscaban en el pueblo Seat 127 blancos con conductor y los encontraron en Villacastín y Zarzuela del Monte. «Les han pagado una barbaridad por el alquiler del coche dos días más el extra por conducirlo. En un rodaje participan muchísimas cosas. No es vengo, pago la tasa y me voy. Se genera muchísimo alrededor».

Lo que años atrás era una producción cada tres meses se ha convertido en un continuo. «Están grabando constantemente para dar contenido a sus plataformas, hay que aprovechar ese movimiento». Entre las lagunas por cubrir están los extras, unas de las necesidades primordiales de cualquier rodaje. «Son posibilidades para que la gente pueda seguir viviendo en su pueblo. Hay días que solo buscan a gente tatuada; otros, a ancianos con boina». Las propias productoras preguntan a los ayuntamientos, que publican esos anuncios en sus redes sociales en busca de personal.

Un relato que la Diputación deberá llevar a pueblos que nunca lo han contemplado. «¿A ti no te gustaría ver una serie y que salgan dos paseando en plaza de tu pueblo? Es un orgullo. La espinita que tenemos todos clavada es que no somos capaces de dar a conocer a la gente lo que tenemos». Ir a París sin llegar a conocer la Fuente de la Salud de Sepúlveda, agua caliente en pleno invierno. Fichas para atraer cámaras. Y turistas, pues estos puntos sirven después para rutas turísticas, como ha hecho El Espinar con 'El Laberinto del Fauno'.