La prohibición de portar patinetes eléctricos en el tren indigna a los usuarios

Renfe ha distribuido este cartel por trenes y estaciones de todo el país, y los usuarios de patinetes y vehículos de movilidad personal semejantes están que trinan. El organismo argumenta que se trata de evitar la explosión e incendio de baterías en el interior de los transportes públicos, pero los usuarios consideran «injustificada» la decisión porque durante los seis años de convivencia y los millones de kilómetros compartidos entre trenes y patinetes eléctricos nunca ha habido incidencia alguna que haga necesaria semejante prohibición. «Los recientes casos aislados del transporte público urbano no justifican esta medida. La prohibición no es la solución», señala la Federación Española de Vehículos de Movilidad Personal (FEVEMP).

«No tiene ningún sentido porque igualmente podía hacerse extensiva a los teléfonos móviles. Cuando una batería está en malas condiciones o sobrecalentada porque no se ha usado bien, puede igualmente explotar, pero son riesgos que la Administración debería asumir porque son más los beneficios que el uso de un vehículo de movilidad personal tiene que los perjuicios», explica Jesús Chamorro, que siempre ha ejercido como portavoz del colectivo de usuarios segovianos. «No podemos ir diciendo que somos un país verde cuando luego te encuentras con decisiones como esta», añade Horacio Martínez, usuario directamente afectado por la prohibición.

Renfe asegura que la medida, refrendada esta semana por su consejo de administración, está avalada por criterios de salud pública y seguridad de los viajeros, y es similar a otras adoptadas en otros lugares de España y del resto de Europa. De hecho, Sevilla fue la primera ciudad en impedir que los viajeros entraran en el metro con sus patinetes eléctricos en la hora punta los días laborales. Lo hizo en 2021. El pasado febrero, Cataluña prohibió tanto el acceso a los vehículos como a las propias infraestructuras (estaciones, andenes) de transporte público tras la explosión de un patinete en el servicio de ferrocarriles de la Generalitat en 2022. También se prohibió el pasado 4 de noviembre el acceso de patinetes eléctricos a las instalaciones y vehículos del transporte público de la Comunidad de Madrid.

Los usuarios consideran que el patinete y el monociclo son el presente y el futuro de la movilidad. «Cuando la precariedad llega a límites inconcebibles, los trabajadores encuentran en el VMP un medio económico, silencioso, portable y sin emisiones para desplazarse a sus puestos de trabajo, sin necesidad de vivir en un mismo municipio», dice la FEVEMP. La prohibición de Renfe afecta a alrededor de diez millones de usuarios en toda España.