Crispín Pascual, ante las planchas de la hamburguesería. Antonio de Torre

«El problema es que hay mucha competencia y pocos repartidores, por lo que los pedidos tardan»

Crispín Pascual ·

El empresario segoviano muestra su pesar por la posibilidad de tener que cerrar la hamburguesería después de 38 años de trabajo

claudia carrascal

Segovia

Domingo, 1 de noviembre 2020, 12:49

La única solución viable pasa por recuperar su trabajo y su clientela tradicional de las noches en la 'calle de los bares' de Segovia ... porque, de otro modo, «no nos quedará más remedio que tomar medidas drásticas porque tenemos muchos gastos e impuestos que pagar». Así se expresa Crispín Pascual, de la hamburguesería San Luis, quien piensa que «siguen demonizando a la hostelería y no se dan cuenta que si seguimos cerrando a las diez muchos establecimientos no sobrevivirán después de Navidad, entre ellos el mío». Algo especialmente doloroso para este y otros empresarios del sector, que, «después de una vida entera ves cómo nuestro negocio se muere, pero es así».

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Hace una década esta hamburguesería implantó su propio servicio a domicilio y lo tuvo que suprimir porque no era rentable. La crisis sanitaria les ha animado a intentarlo de nuevo. «Las plataformas de reparto se quedan un porcentaje muy elevado; pero echando cuentas sale mejor que mantener su sistema propio. El problema es que hay mucha competencia y pocos repartidores, por lo que los pedidos tardan más de lo que deberían», asevera.

Desde que se decretó el toque de queda, reconoce que los pedidos de comida se han multiplicado. Teniendo en cuenta que sus ingresos se han reducido en un 50%, el servicio a domicilio se ha vuelto especialmente relevante, ya que supone un 30% de la facturación diaria.

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