Primer día de la era posmascarilla en Segovia

El uso de la mascarillas ya no es obligatorio en centros sanitarios, sociosanitarios y farmacias, tras la publicación de la medida este miércoles en el Boletín Oficial del Estado. El Consejo de Ministros ha dado por terminada la emergencia sanitaria por covid-19 y decretado el final del uso obligatorio de las mascarillas, aunque el acuerdo subraya la necesidad de mantener una actitud vigilante y establece una serie de recomendaciones para continuar protegiendo a la población más vulnerable y facilitar el seguimiento y control de la enfermedad.

La mascarilla seguirá, pues, siendo muy aconsejable en centros sanitarios y farmacias, así como en determinados contextos. A estas alturas nadie duda de los efectos positivos que ha tenido para frenar la pandemia, pero también para prevenir otro tipo de enfermedades infecciosas. Si antes de la covid a nadie se le pasaba por la imaginación usar mascarilla para evitar, por ejemplo, un resfriado, ahora son pocos los que no echan mano del tapabocas cuando la exposición a un determinado virus lo aconseja.

«El acuerdo es muy claro. Suprime la obligatoriedad, pero deja un margen para la responsabilidad y la necesidad de seguir protegiendo a la población vulnerable y de tener muy presentes las lecciones aprendidas durante la pandemia», señala Marta Ruano, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Segovia.

En los entornos sanitarios de la provincia, como en el resto del país, la medida está ya en vigor, aunque no faltan aquellos que, por inercia o temor, han decidido seguir haciendo uso de la mascarilla. En las farmacias también. Verdaderamente, llevar la boca y la nariz tapadas seguirá siendo especialmente recomendable para las personas que trabajan en unidades de cuidados intensivos y con pacientes vulnerables; urgencias hospitalarias o de atención primaria, incluida las salas de espera; centros residenciales de mayores y personas con discapacidad y personas sintomáticas cuando estén en espacios compartidos, así como los profesionales que las atienden. En el caso de las residencias de mayores, Sanidad aconseja mantener las precauciones extraordinarias en el caso de aparición en trabajadores, residentes o visitantes, a fin de evitar brotes y cuidando el bienestar de los mayores, tanto físico como emocional.

El acuerdo tiene en cuenta el informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, según el cual la epidemia de covid-19 «ha sido controlada» y la enfermedad «ya no supone una situación de crisis sanitaria en España».

En cierto modo, la medida ha sido acogida con alivio en las farmacias de Segovia. También en las clínicas y otros espacios sanitarios. Había cierta controversia porque el ciudadano ha ido apartando poco a poco la tapabocas y los olvidos estaban a la orden del día. «La farmacia no deja de ser un centro sanitario al que acuden personas enfermas o vulnerables y se ha cumplido con la medida hasta el final, sobre todo por responsabilidad. Hay mucha gente que acude todavía a comprar test de la covid y sigue habiendo infecciones de covid positivo. Por lo tanto, la medida no ha estado de más, aunque, a nivel general, la mascarilla se haya ido olvidando progresivamente», señala Ruano.

La presidenta del Colegio de Farmacéuticos aboga por mantener muy presentes las lecciones que el coronavirus ha dejado. «La cultura de la responsabilidad que hemos adquirido estos años es fundamental porque, en determinados momentos o contextos, vamos a tener que volver a utilizar la mascarilla, no solo en caso o ante sospechas de covid. También de gripe o de otras infecciones respiratorias», añade.

Nadie estará obligado ya a llevar mascarilla. Su uso queda a merced de la responsabilidad personal. «Obligar no podemos obligar. Ni a nuestros usuarios ni a nuestros profesionales. Será un cuestión de cada uno. Si hay alguien que tiene alguna sospecha, debe usarla sin dudarlo. Pero también entiendo que, en el caso de los farmacéuticos que atienden todo el día una farmacia, es muy duro llevarla tantas horas», apunta Marta Ruano.

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