«Prefiero que me digan algo real y no crearme falsas expectativas»
«Al principio te lo tomas como unas pequeñas vacaciones porque no eres muy consciente de lo que implica», reconoce Ana Reguera, dependiente de una perfumería en ERTE
Todo son preguntas y apenas obtiene respuestas. Ana Reguera, de 43 años, casada y con dos hijos, no cree que haya mala intención cuando no ... halla soluciones a sus incógnitas, más bien piensa que «nadie sabe muy bien lo que va a pasar» con el expediente de regulación temporal de empleo en el que fue incluida junto a otros once trabajadores de la perfumería Douglas de Segovia. En la desazón diaria por cómo será su futuro laboral, casi prefiere los silencios o los 'no sé' con los que se topa a las «falsas expectativas». Ana quiere certezas cuando las haya y que «me digan lo que vaya a ser real». De momento, intenta estar lo más informada y preparada posible para «tener los pies en la tierra».
El 14 de marzo pasado, recién anunciado el estado de alarma, la empresa comunicó a su personal que iba a presentar un ERTE. A partir de ahí se abrió un abismo de «incertidumbres» motivadas sobre todo por el desconocimiento de las consecuencias de la aplicación de esta fórmula laboral. Parte de la seguridad que necesitaba la plantilla en esos momentos de titubeos y zozobras se la han proporcionado los sindicatos, que han intermediado entre la compañía y el personal para seguir paso a paso el protocolo oficial del expediente de regulación. «Por ejemplo, gracias a ellos se han corregido errores que algunos compañeros tenían en los datos del Servicio Público de Empleo (Sepe)». Pese al apoyo, la confusión y los interrogantes continúan asaltando la cabeza de Ana más de dos meses después.
Y es que afirma que, «al igual que le ha ocurrido a mucha gente afectada, yo tampoco he cobrado aún, aunque me han dicho que a partir del 10 de junio». El ERTE está siendo una lección diaria y apresurada de derecho laboral y de hecho se comunica con el resto de los empleados «para solucionar las dudas que tengamos y tratar de ayudarnos unos a otros».
«Se te hace pesado»
«Algunos compañeros han vuelto a trabajar en la tienda [sita en la avenida del Acueducto]. Creo que solo van seis y algunos a media jornada», apunta esta dependienta con once años de experiencia en este comercio. Entre el confinamiento y la inquietud por su futuro, confiesa que «se te hace pesado, sobre todo si eres una persona activa». Ana admite que «llega un momento en el que no sabes qué hacer y lo quieres suplir estando más tiempo con mis hijos».
Durante los primeros quince días –relata Ana– intentó paliar la preocupación por el expediente temporal «haciendo limpieza general, porque te lo tomas como unas pequeñas vacaciones; además, veníamos de una campaña que en el sector es muy fuerte en ventas como es Navidad en la que echamos muchas horas». Entonces, en esos primeras jornadas, «tampoco creo que fuéramos muy conscientes de lo que implicaba esta circunstancia».
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