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Prádena, a 45 kilómetros de la capital segoviana, orillado al paso de la nacional N-110, es un entorno muy reconocido por su acebal, uno de los principales de Europa, o por la cueva de los Enebralejos, que en el Paleolítico fue usada para ... enterramientos. Pero desde hacer unos meses, concretamente desde agosto, esta localidad de 523 vecinos según los últimos datos del padrón, presume de otro atractivo: rezuma suerte.
Quizás no sea una Doña Manolita o una de esas administraciones de peregrinaje físico y 'on-line' para los apostantes; pero el azar les sonríe con una frecuencia inusual.
¿Será la nueva 'Sort', esta vez de Segovia?
«Ojalá, ¿imaginas?», responde ilusionada María José Baeza, que es la encargada de la oficina de Loterías y Apuestas del Estado instalada en el bar La Portada de la plaza de Prádena. La repartidora de alegría en forma de boletos premiados está exultante, no cabe en sí, y eso que el último y más reciente toque de varita tampoco ha sido exagerado en cuanto al montante vendido.
Ha sido en el sorteo de la Lotería Nacional de este jueves. Un afortunado se ha embolsado 6.000 euros del décimo adquirido por terminal en este despacho. María José admite que ha entregado premios más suculentos, pero la satisfacción de alegrarle el día a alguien no se la quita nadie.
Desde agosto, esta oficina de Prádena ha desenvainado la varita de la suerte y la ha posado cuatro veces en el hombro de otros tantos agraciados. Dos de ellos, vecinos del municipio, por lo que esa ilusión se multiplica, comenta María José. Su estreno de esta racha fue con la Bonoloto. Un afortunado de segunda categoría que selló su boleto en esta administración se llevó casi 79.000 euros.
Poco después, el idilio se afianzó con los 25.000 euros vendidos a un acertante en el sorteo de la Lotería Nacional. A finales de septiembre, María José repitió fortuna. En esta ocasión el agraciado fue un madrileño afincado en Prádena desde hace años. El décimo que compró a través de la máquina horas antes del sorteo le devolvió 60.000 euros. Además, el número que le trajo la suerte coincidía con el de la matrícula de su primer coche.
Este pasado puente de la Inmaculada, la administración de La Portada también sacó a relucir sus buenas relaciones con los juegos de azar. Como explica María José, fue con el Euromillones, pero al ser un premio de menos 30.000 euros no se le dio publicidad. Y ahora, con nueve días descontados del calendario de 2020, el premio más modesto de 6.000 euros de la Lotería del jueves.
«Los vecinos alucinan, sobre todo en las redes sociales», señala la responsable del despacho de Prádena. Hasta la madre de María José bromea con la racha. «Me dice que a ver si voy a ser yo la de suerte, porque cuando lo tuvo ella no cayó nada», apunta la lotera. Y eso que la progenitora estuvo toda la vida dedicada a ello.
Precisa que solo venden por terminal y que «la gente es desconfiada» ante esta forma de tentar a la suerte, que prefieren el décimo físico. «A las pruebas me remito de que no tiene nada que ver y que es igual», apostilla la vecina de Prádena que más suerte ha repartido.
El idilio con los sorteos tampoco se ha notado en la caja. Es decir, que la sucesión de premios vendidos en La Portada no se ha traducido en una mayor demanda, cree María José, quien tomó el relevo de su madre hace aproximadamente dos años.
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