«Mi voz no tiene una potencia extraordinaria, pero sí que le pongo mucho sentimiento»

Javier Lázaro comenzó su faceta como cantante en la Coral Centrosa y más adelante, una vez visto su formidable interés por este mundillo, quiso dar un paso más y se decantó por el espectáculo como 'showman' en 1988. El cantante segoviano siempre tuvo cierto interés en el humor y la música, faceta que perdió tras comenzar a formar parte del Dúo KapiKúa dedicado exclusivamente a la faceta cómica.

Todo llega a su fin, y como consecuencia de que el grupo de disolviera, tres años después quiere saltar de nuevo al mundo del musical realizando conciertos donde presenta canciones reconocibles de Julio Iglesias, José Manuel Soto o clásicos como 'Mediterráneo', de Joan Manuel Serrat. Lázaro comenta que quiere ampliar su repertorio musical y se encuentra trabajando estilos más modernos de cantantes como Melendi. «Me está llevando mucho tiempo de ensayo», afirma.

Además de actuar en establecimientos de hostelería, también cuenta con diferentes conciertos en teatros y centros culturales de Castilla y León. «No soy un cantante de voz con extraordinaria potencia, pero sí que le pongo mucho sentimiento», elemento que considera muy importante, admite el segoviano días antes de su reencuentro con el público.

Este interés por la música lo define como «una afición», ya que «hoy en día no se puede dedicar exclusivamente a la música» y por ello compagina su actividad como artista con su trabajo. «Ahora mismo mi intención es disfrutar yo y que disfrute la gente, sin olvidarme de mi otro trabajo».El salto al mundo de la televisión está muy lejos de la vida del segoviano «hay muchos concursos de talento, pero son para gente más joven», con lo que dice no tener pensado presentarse a ninguno de ellos.

El exmiembro del Dúo Kapikúa quiere matizar la importancia que tiene estar capacitado y preparado para actuar en un escenario ya que «el público siempre recibe lo que tú quieres expresar; por ejemplo, si le transmites nervios, recibirá nervios. Por ello, muchas veces no se trata de tener mucha voz, si no de saber expresar».