Carmen Solís, en su farmacia de Boceguillas. El Norte

«Si no ponen medidas muchas farmacias rurales desaparecerán»

Carmen Solís, farmacéutica en Boceguillas, afirma sentirse feliz por poder seguir desarrollando su vocación en un pueblo

claudia carrascal

Segovia

Domingo, 9 de mayo 2021, 12:37

En menos de una semana tuvieron que implementar todas las medidas de seguridad en sus establecimientos, también ayudaron a sus vecinos a adaptarse a las inminentes novedades, como la atención sanitaria telefónica o la receta electrónica. «En la mayoría de los pueblos se seguían utilizando ... las recetas en papel, pero con los consultorios cerrados y toda la población confinada era el sistema más recomendable», asegura Carmen Solís.

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Un proceso nuevo y muy repentino que para muchos no ha sido fácil de asimilar porque «la gente mayor estaba desconcertada y no llevan bien atención por teléfono porque muchas veces no se enteran. El médico les mandaba a farmacia y nosotros nos encargábamos de explicarles los cambios, cómo tenían que tomar su medicación y los diferentes tratamientos». A ello se suma que muchos pacientes no podían salir de casa y la atención domiciliaria se multiplicó por lo que «durante los primeros meses el esfuerzo fue monstruoso». Eso sí, asegura que la población les ha agradecido su labor.

Esta profesional ve con tristeza la situación de algunos de sus compañeros, en especial, de aquellos que han visto obligados a echar el cierre, y cree que ahora la responsabilidad está en manos de la administración. «Si no bonifican a las farmacias en riesgo de una forma justa o ponen otras medidas muchas desaparecerán porque la realidad es que los pueblos cada vez van a menos», lamenta.

En la misma línea, incide en que dispensar medicamentos no es su única misión, de hecho, la rural tiene una proximidad con el paciente que no existe en otras farmacias. «Aclaras sus dudas, les quitas temores y te cuentan sus problemas. Somos esas personas en la que pueden confiar para hablar de temas médicos porque son asuntos delicados que no siempre se pueden tratar con el vecino», especifica.

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Solís también lleva el botiquín de Navares de Enmedio y su farmacia da servicio a cuatro o cinco pueblos de la zona, aunque Boceguillas no es de los más pequeños comenta que uno de los aspectos más duros de trabajar en un pueblo es el aislamiento. «En una ciudad tienes más opciones de ocio, pero aquí sales de trabajar y exceptuando los paseos por la maravillosa naturaleza no hay mucho que hacer. Eso sí, estoy feliz de poder desarrollar mi vocación y de contribuir a que este pueblo cuente con una famarcia».

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