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Vista del polígono industrial de Villacastín, la gran esperanza municipal para ganar músculo económico.
El polígono industrial como la gran carta para crecer

El polígono industrial como la gran carta para crecer

MUNICIPALISMO 2024 ·

El municipio confía su futuro a la llegada de nuevas empresas que sumen trabajadores y población a los más de 500 empleos que da ahora mismo

El Norte

Villacastin

Jueves, 11 de julio 2024, 06:33

Villacastín es uno de los grandes referentes provinciales en el sector agroalimentario, en un cruce de caminos entre Segovia, Madrid y Ávila. Su análisis es de cuatro grandes industrias que dan más de 500 puestos de trabajo entre los dos mataderos, una granja avícola y otra envasadora. El objetivo de futuro del pueblo es que sirvan de embrión para un próspero polígono industrial que traspase fronteras provinciales

El matadero de La Prudencia –en sus inicios estaba en el propio pueblo y no superaba la veintena de trabajadores– y Huevos Velasco llevan en el pueblo desde el siglo pasado, pero el último lustro ha sumado a Copese, con un centro logístico que extiende una producción iniciada en Coca, y a Lonypack, especializada en el envasado de loncheados. Su alcalde, Julio César Sánchez, explica el auge industrial en el siglo XXI por la ubicación y subraya los esfuerzos municipales para facilitar el desembarco de las empresas.

Un salto adelante para un pueblo que medio siglo atrás vivía de la agricultura y la ganadería, el sino de su comarca. Explotaciones locales de porcino, vacuno y ovino que aguantan: las mismas cabezas de ganado, pero lo que antes alimentaba a medio pueblo da hoy trabajo a una decena de personas. Lo mismo ocurre en la agricultura, las mismas tierras de trigo y cebada, pero los brazos se cuentan con los dedos de una mano. Pese a la merma de efectivos, el alcalde ve relevo generacional. Vecinos del pueblo que han encontrado en el sector primario una fuente de ingresos suficiente para vivir.

Villacastin sumaba a la ecuación algo de cantería y un pulmón hostelero que aprovechaba el paso de la carretera nacional, con más de una veintena de restaurantes hasta arriba de comensales. «Cuando los camiones venían de La Coruña a llevar el pescado a Madrid tenían que hacer aquí la parada obligada». Uno de los pueblos heridos por las grandes autopistas –ahora hay en todo el pueblo siete restaurantes activos, una quinta parte que en los buenos tiempos–, que cercenaron empleos y obligaron a una reconversión local.

El polígono industrial es la gran baza de futuro, aunque la incertidumbre económica en tiempos recientes ha frenado su evolución. Más de tres años sin construir nuevas naves y un espacio casi infinito para implantarlas, aunque el terreno pertenece a la Junta de Castilla y León. A veces la ubicación atrae empresas que no pueden satisfacer sus demandas de empleo. Ocurrió con una fábrica de Michelin que terminó en Aranda de Duero. «Aquí tampoco hay población para 400 puestos de trabajo».

Por eso la población activa del polígono de Villacastín tiene procedencias muy diversas. Desde el pueblo a vecinos de Segovia o Ávila. El relato de Sánchez es que en el pueblo no hay apenas parados. «Aquí, trabajo hay. A lo mejor hay 40 o 50, pero la mayoría es gente mayor que ya prácticamente no puede trabajar». El porcentaje de vecinos del municipio que trabaja en otros lugares –por ejemplo, las capitales vecinas– es residual, «un 5% o 6% como mucho». Otro medio centenar que trabaja en el sector servicios o en fábricas.

La oferta laboral en el polígono ha llevado a vecinos a dejar sus empleos en otros lugares por una vida más cómoda al lado de casa. Por ejemplo, trabajadores que estaban en mataderos como el de El Espinar, un núcleo de referencia con cerca de 10.000 habitantes que también lleva empleados allí. Lo mismo ocurre con Navas de San Antonio. Sánchez dibuja un futuro optimista. «A ver si crecemos un poco. Con más industria y con más viviendas. Si se nos meten en el polígono 300 o 400 trabajadores más, podría traer aquí a otras mil personas y que el pueblo crezca el doble». Un motor industrial.

La economía

La época dorada hostelera. El tránsito de la carretera nacional fue un pulmón económico durante décadas.

Sin apenas paro. El número de desempleados es residual, sobre todo gente de avanzada edad.

www.villacastin.es

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