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El hospital Policlínico de Segovia, antes llamado 18 de Julio, es hoy un edificio vacío y sin uso. En noviembre de 2008 cerró sus puertas y no las ha vuelto a abrir desde entonces. Construido en 1942, este inmueble situado pleno centro histórico de la ciudad albergó hasta su cierre servicios de urgencias y estancias medias, además de un centro de día de rehabilitación, consultas de atención a la mujer, un consultorio del casco antiguo y atención médica general.
Concretamente, había 26 camas destinadas a estancias medias y largas de geriatría y cuidados paliativos, 24 camas de estancias medias psiquiátricas, 22 camas de cirugía de diversos tipos, 10 camas de medicina interna y casi medio centenar más para otros usos hasta llegar a un total de 120. Al cerrarse, algunos de estos servicios fueron trasladados al hospital General pero otros directamente se perdieron, según apunta la plataforma en Defensa del Hospital Policlínico, que lleva años luchando por la reapertura de este centro.
En principio, este cierre iba a ser temporal, dado que se había empezado un proyecto de rehabilitación en 1999 que pretendía reformar todo el complejo hospitalario de Segovia (el Policlínico y el Hospital General). Sin embargo, el Policlínico nunca volvió a abrirse y desde entonces son numerosas las asociaciones y colectivos que reclaman que se vuelva a poner en marcha para recuperar los servicios que allí se ofrecían.
A raíz de la pandemia de la covid-19, las voces a favor de esta causa se han intensificado, más aún teniendo en cuenta que Segovia es la única provincia de Castilla y León que no cuenta hoy en día con una segunda infraestructura hospitalaria. Las cifras que dejó el pasado año el coronavirus son alarmantes: fue la provincia con mayor número de fallecimientos per cápita por covid-19 de toda España y la segunda de Europa.
La Junta de Castilla y León, así como la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Segovia, descartan completamente la reapertura del hospital Policlínico. José Mazarías, delegado territorial en Segovia, se muestra tajante en este sentido: «Es un tema absolutamente cerrado, como ya ha dicho en muchas ocasiones la consejera de Sanidad».
La razón principal que alega la administración autonómica es que el estado actual del edificio no es el adecuado. Apoyándose en un informe de CESECO encargado por Sacyl, explica que ya antes de que se cerrara en 2008 presentaba «deficiencias estructurales y requería una adecuación importante». Añade, además, que el propio equipo directivo sanitario de Segovia planteó entonces que el edificio «no era viable» para acoger ninguna instalación sanitaria.
El pasado agosto, el Ilustre Colegio Oficial de Geólogos emitió un comunicado, que menciona también Mazarías, en el que consideraba que «cualquier actuación sobre el hospital Policlínico conllevaría múltiples inconvenientes técnicos que, si bien son subsanables, supondrían costes elevados, plazos de ejecución dilatados». Además, sostenía que la dotación se veía aquejada por «importantes patologías» y estaba emplazada en «un terreno calificable como desfavorable».
Así, el delegado territorial manifiesta que este edificio «precisa de una obra de una envergadura enorme para poder recuperar cualquier uso que se le quiera dar». Sin embargo, Mazarías admite que la Junta no ha hecho ningún cálculo del coste que podría suponer para las arcas públicas esta rehabilitación porque ni si quiera se han planteado su reapertura. «Nosotros lo hemos tenido siempre muy claro», apostilla.
«Creemos que Segovia necesita una infraestructura que mejore la gestión y la atención de la actividad hospitalaria, pero la opción que se está contemplando no pasa por la rehabilitación del hospital Policlínico», dice. La propuesta de la Junta de Castilla y León pasa, por tanto, por realizar una segunda infraestructura hospitalaria «accesible, nueva y moderna» en otro lugar de la ciudad, previsiblemente cerca del Hospital General y con «mejores accesos», dado que, para Mazarías, la ubicación actual del antiguo Policlínico es «totalmente inadecuada».
Pese a que la gestión sanitaria es competencia de la Junta de Castilla y León, el titular del inmueble de la calle San Agustín es el Estado. Tras su solicitud en 2009, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social cedió en 2012 el edificio a los sindicatos CC OO y UGT y a la Federación Empresarial Segoviana (Fes), pasando así a formar parte del patrimonio sindical acumulado y quedando las plantas repartidas de la siguiente forma: planta baja y primer piso para CC OO, segundo y tercer piso para la Fes y cuarta y quinto piso para UGT.
La Plataforma en Defensa del Hospital Policlínico surgió para reivindicar la necesidad de retomar el servicio hospitalario del edificio. Está formada por la Asociación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios 'María del Salto', la Asociación de Barrios Incorporados de Segovia, la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Segovia, la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado y la Federación Provincial de Pensionistas y Jubilados de Segovia, y llevan reclamando la reapertura del Policlínico desde 2004, dado que ya en aquel año se comenzaron a eliminar servicios como los cuidados paliativos y la unidad de geriatría.
Los sindicatos CCOO y UGT, así como la Fes, nunca han hecho uso del edificio a pesar de que cuentan con la cesión que les otorgó el Ministerio en 2012. Álex Blázquez, secretario general de CC OO, coincide con la Junta y con la administración central en que «es necesario que se abra un segundo hospital en Segovia», pero añade que darle tanta importancia a la ubicación es «desvirtuar el debate», un debate al que los sindicatos se niegan a entrar porque no tienen datos. «En CCOO estamos a favor de todo lo que sea tener un hospital en Segovia. Necesitamos el hospital, sea en el edificio del Policlínico o en otra ubicación que los técnicos entiendan que es mejor», indica.
En este sentido, Blázquez apunta que no van a «poner palos en la rueda» si la Junta decidiese crear una nueva infraestructura hospitalaria y tienen claro que el futuro centro debe estar en un lugar de «fácil acceso». En cuanto al estado actual del Policlínico, el representante sindical asegura que no tienen conocimiento de cómo está ahora el inmueble aunque se remite, como Mazarías, al informe de CESECO que provocó el cierre en 2008. En él, se determina que la cimentación está «diseñada para una planta menos» y se asegura que existen «evidencias de una red de saneamiento deficiente» así como «importantes patologías vinculadas a la unión entre la cimentación y los pilares».
A su juicio, «se está distrayendo la atención en si Policlínico sí o Policlínico no» cuando lo «importante» es abrir un hospital. Asimismo, Blázquez insiste en que los sindicatos no tendrían «ningún problema» en ceder el edificio si hubiera un interés social de cualquier tipo; sin embargo, el uso estipulado para este inmueble por Peahis es únicamente el socio sanitario.
«Nos decían que era para remodelar el edificio, que había que hacer obras», cuenta Ana María Herrero, coordinadora de la plataforma. «Cuando se pasaron las geriatrías al Hospital General quedaron solo los agudos y las estancias medias directamente desaparecieron. A la gente la derivaban a las residencias, pagando», recuerda. Para Herrero, que en el Peahis se haya mantenido como un edificio destinado a usos sanitarios es un logro, pero ante la negativa de la Consejería de Sanidad de abrir el antiguo hospital, dice: «Lo que está pasando en Segovia es surrealista. Llama la atención que la Junta se esté resistiendo todavía a dar el paso».
Con un 38% menos de camas que el resto de la comunidad, la plataforma insiste en que Segovia se encuentra en una «indiscutible situación de riesgo sanitario» y reitera que «es evidente que faltan medios». En abril de 2020, al poco de estallar la pandemia, esta asociación se dirigió directamente al presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, para solicitarle que «hiciera justicia» y pusiera en marcha el hospital.
Lirio Martín, subdelegada del Gobierno en Segovia, lamenta que la Consejería de Sanidad se escude en argumentos económicos para rechazar la rehabilitación del Policlínico. «Hablar del coste de una infraestructura hospitalaria en Segovia cuando somos la única provincia con un solo hospital es banalizar la cuestión y despreciar los intereses de los segovianos», declara tras recordar que durante este largo año de pandemia se ha puesto aún más de manifiesto la necesidad de contar con un segundo hospital en Segovia. «La salud no tiene precio», recalca.
La adaptación o rehabilitación del espacio le corresponde a la administración autonómica, según el Gobierno central. Martín recuerda que hubo un momento en el que se vislumbró algo de interés por parte de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, pero señala que no han logrado reunirse con ellos. No obstante, vuelve a tender la mano: «Estamos dispuestos a sentarnos y a colaborar con Junta de Castilla y León. Debemos remar todos en el mismo sentido a la vista de las circunstancias».
La administración del Estado es partidaria de que se habilite cuanto antes un segundo hospital en la provincia, ya sea en el Policlínico o en otra ubicación, pero para Martín la mejor opción sería reabrir el primero porque asevera que, de momento, la Junta no tiene un proyecto para construir un nuevo centro de este tipo en ningún otro lugar de la ciudad. «Somos muy conscientes de que Segovia necesita una segunda infraestructura sanitaria. Desde 2008 se han perdido camas, un déficit que hemos sufrido realmente en la pandemia», expresa la subdelegada del Gobierno, quien añade: «Es necesario ponerlo en marcha y no demorarlo».
«Todas las provincias de Castilla y León tienen ahora el hospital de agudos pero han mantenido los hospitales equivalentes al Policlínico para esas estancias medias y apoyo en general», afirma Herrero. Asimismo, la plataforma defiende otro motivo para la rehabilitación del Policlínico: se podrían recuperar ese 40% o 50% de habitaciones individuales que estaban previstas en el proyecto del año 1999, que nunca pudo llevarse a cabo precisamente como consecuencia del cierre de este hospital.
Respecto a la titularidad del inmueble, Herrero admite que forma parte del patrimonio del Estado, pero insiste en que la plataforma ya demostró que la cesión a los sindicatos y la patronal había sido «ilegal», algo que los sindicatos aseguran que desconocen. Un escrito del Oficial Mayor del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de enero de 2015 certifica que el edificio del hospital Policlínico de Segovia es patrimonio del Estado sin cargas, lo que, según la coordinadora de la plataforma, es incompatible con el patrimonio sindical acumulado.
Así lo explica la concejala de Urbanismo, Clara Martín, quien confirma que el Plan Especial de Áreas Históricas de Segovia (Peahis), aprobado en 2019 con el apoyo de todos los grupos, determinó que el uso del edificio del antiguo 18 de Julio debía ser de tipo socio sanitario. Para el equipo de gobierno, el mejor destino para este inmueble está claro: un hospital de medias estancias sería lo ideal para recuperar las más de cien camas que se perdieron el día de su cierre.
Clara Martín afirma que el Consistorio lleva tiempo insistiendo a la Junta y, de hecho, en mayo del año pasado, todos los partidos municipales firmaron una declaración institucional instando a la Junta de Castilla y León a poner en marcha el hospital. «Descartaron desde el primer momento la reapertura del Policlínico y nos dieron argumentos relación a la conservación del inmueble», rememora la concejala.
A diferencia de la administración autonómica, el Ayuntamiento asevera que el estado del inmueble es medianamente bueno. En febrero de 2021, la concejala hizo una inspección ocular junto con varios técnicos y asegura que no hay ningún riesgo. «No vimos daños estructurales que pudieran provocar un derrumbe, aunque sí que es verdad que necesita obras de acondicionamiento y mejora», expresa, si bien la concejalía no ha solicitado ningún estudio formal sobre la reforma urbanística.
En cuanto a la ubicación del hospital Policlínico, el Ayuntamiento sugiere que es «idónea» y apunta que el acceso es posible tanto con vehículo privado (hay aparcamientos subterráneos cerca) como en transporte público. «Es fundamental dar viabilidad a este tipo de infraestructuras dentro de la ciudad, que también crean empleo y fijan población en estos barrios», zanja la edil.
Por su parte, el portavoz de la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (AVRAS), Pedro Montarelo, cuenta que, más allá del interés general de todos los segovianos, a los vecinos del casco histórico les beneficiaría la reapertura de este hospital por vivir próximos al mismo. «Hemos pasado de una situación en la que en el centro estaban todos los servicios a una situación, como la de ahora, en la que no hay absolutamente ninguno», explica.
Pedro Montarelo subraya que esta es una petición que llevan demandando más de 12 años. El estallido de la pandemia ha sido un añadido que ha puesto de manifiesto «el déficit sanitario que tiene Segovia». «Lo que nosotros venimos reivindicando es la necesidad de recuperar aquellos servicios que se estaban dando en el Policlínico. Era algo que ya se necesitaba y ahora se ha hecho más urgente», declara, y argumenta que la solución de construir un nuevo segundo hospital «no es realista» ya que calcula que tardará más de una década en ponerse en funcionamiento. «No estamos cuestionando que se haga otro hospital, pero necesitamos una solución a corto plazo», concluye.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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