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Ricardo B. M., agente de la Policía Nacional que salvó la vida al presidente del Balonmano Nava (en la imagen de la derecha). De La Calle
Sucesos en Segovia

Un policía fuera de servicio salva al presidente del Balonmano Nava de asfixiarse con un trozo de carne

El agente, que trabaja en Madrid, le practicó la maniobra de Heimlich después de golpearle la espalda sin éxito para que lo expulsara

FErnando de la calle

Nava de la Asunción

Lunes, 26 de julio 2021

Todo quedó en un susto, uno de esos que se recordará con el paso del tiempo, pero quién sabe lo que podía haber pasado. El agente de la Policía Nacional Ricardo B. M., de 38 años, se encontraba fuera de servicio cenando este pasado ... fin de semana en Nava de la Asunción junto a su familia y unos amigos. En un momento de la velada, un comensal de la mesa de al lado se empezó a atragantar con un trozo de carne.

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El nerviosismo fue en aumento al ver que no conseguía expulsarlo y que no respiraba con normalidad. Por fortuna, el policía, que en esos instantes sujetaba a su retoño de dos meses en brazos, reaccionó. «Estaba intentando dormir a mi hijo y empecé a escuchar que alguien se ponía nervioso y pedía la ayuda de un médico, me giré y vi que le faltaba el aire», relata el agente. «Le di el niño a mi mujer, me acerqué a él y le levanté –prosigue en su narración–; tras darle unos golpes en la espalda sin conseguir que echara lo que tenía dentro, le realicé la maniobra de Heimlich y a la segunda intentona echó el trozo de carne», recuerda Ricardo B. M.

Tras los momentos de tensión, la situación volvió pronto a la normalidad. El comensal al que le salvó de morir asfixiado es el presidente del club Balonmano Nava de la Asunción, el empresario Julián Mateo. El policía recibió los agradecimientos por su rápida y efectiva intervención. «Lo importante es que no pasara nada y que todo quedara en un susto. Después me ha llamado gente dándome la enhorabuena porque se han enterado. Ya lo sabe todo el mundo», apunta el agente, que trabaja en Madrid.

«Ha sido la primera vez que me ha ocurrido una situación parecida. Como policía nos enseñan a hacer la maniobra de Heimlich, pero nunca había tenido que realizarla y afortunadamente todo fue rápido y perfecto» concluye.

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