Segovia

La Polícia identifica a un okupa en una vivienda de la carretera de Villacastín

Los policías identificaron al okupa y trataron de persuadirlo para que abandonara una vivienda que no es suya. La operación levantó la expectación del vecindario, que se arremolinó en torno a lo que estaba sucediendo. Cuando los agentes se marcharon, el hombre que actualmente habita la casa protestó porque le habían roto la cerradura y derribado la puerta «a patadas». El okupa reconoció que lleva en la vivienda algo más de un mes. No es el primer 'inquilino' que la casa tiene desde que los dueños se vieron obligados a abandonarla, pues, según el actual morador, pagó 600 euros «a un hombre de color» que le 'permitió' vivir en ella.

Fuentes municipales informan de que la Policía acudió a identificar al individuo, como ya hizo con el anterior, pues los vecinos habían alertado del trasiego que veían constantemente en el interior de la vivienda. El actual se identificó como okupa ante los propios agentes. Es el procedimiento que se sigue en estos casos, que no suelen ser pocos en la ciudad. Los vecinos aseguran que, en todo el tiempo que ha pasado desde que los dueños la dejaran, ha habido extraños que han entrado en la casa y se han llevado enseres.

El derrumbe de la escalera ocurrió el pasado 1 de julio, en torno a la una de la tarde. Las lluvias primaverales agravaron el estado defectuoso de la estructura de los peldaños, que acabaron cayendo con facilidad. El matrimonio que habitaba el domicilio no resultó herido pese a que se encontraba en su interior cuando ocurrió el percance. Para el rescate de los inquilinos, ambos de avanzada edad y con dificultades para manejarse, se requirió la utilización de la escalera telescópica, que se desplegó en horizontal para alcanzar la puerta de acceso. Los agentes ayudaron a la pareja a salir de casa y la pusieron a salvo. Los propios bomberos constataron la «delicada y débil» situación en que se encontraba la infraestructura.

Trabajadores de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Segovia acudieron ese mismo día al lugar del derrumbe para comprobar la situación y el estado en el que se hallaban los dos ancianos. Se les prestó el auxilio necesario, toda vez que no podían regresar a la vivienda de manera inmediata. Casi cuatro meses después, la situación ha cambiado por completo.