La Policía busca a los responsables de vaciar extintores de incendios en el Lago Alonso

La Policía investiga el atentado ecológico que ha sufrido el patrimonio natural en el Lago Alonso, en el barrio de Nueva Segovia, para dar con los responsables del vaciado de extintores de incendios, que luego fueron arrojados al agua. El acto vandálico se llevó a cabo el sábado, víspera de San Frutos. Ese día, la laguna amaneció con una extensa capa de espuma procedente del vaciado intencionado de uno o varios extintores.

Ángel Galindo, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Segovia, admite que será compicado dar con los autores. «No será fácil, pero con los extintores se intentará saber de dónde los han extraído, ya que tienen una identificación cada uno de ellos. Hay que perseguir estas actuaciones, aunque va a ser complicado y al final siempre tenemos que apelar a la responsabilidad de todos porque el patrimonio natural es de todos y no podemos jugar de esta forma con él», señala. Galindo insistió en condenar el suceso. «Mi máximo rechazo a este acto vandálico contra un patrimonio natural que pertenece a toda la ciudadanía y debemos cuidar».

El concejal explicó que hoy hablará con los técnicos «para ver qué se puede hacer y minimizar el impacto y el daño que se haya generado, aunque creo que tendremos que esperar a que la zona se vaya regenerando y seguir profundizando en lo que es la educación ambiental para que estos actos no se vuelvan a repetir». Galindo recalcó que el polvo que sale de los extintores es tóxico «y eso generará un perjuicio medioambiental. Y hay que tener en cuenta que en ese entorno hay diferentes lugares de interés geológico que tienen su relevancia y unos valores naturales y patrimoniales que hay que cuidar». De hecho, es uno de los diez entornos con lugares de interés geológico para educación ambiental (ELIGES 01) que hay catalogados en la ciudad.

Esta acción, según puntualiza Ángel Salazar, del Área de Patrimonio Geológico y Minero del IGME en la denuncia de la Asociación Geología de Segovia, no ha dañado directamente al patrimonio geológico ni a la geodiversidad presentes en este espacio, pero ha producido un impacto negativo en la calidad de las aguas de la laguna, ocasionando la contaminación tanto de las aguas superficiales como subterráneas. Asociada a esta contaminación, se encuentra el deterioro de las comunidades bióticas que se relacionan con la laguna, tanto vegetales como animales, además de cuestiones estéticas por la presencia de la propia lámina de espuma y su repercusión en actividades de ocio y tiempo libre.