«La poesía, como la filosofía y la historia, es imprescindible para una democracia»

Una vez recogido el premio y el cheque de 10.000 euros, González Iglesias ha compartido con los asistentes al acto de entrega cuál fue la inspiración que le llevó a escribir la obra vencedora. El título le vino de una visita a Lisboa y más concretamente al jardín en la capital portuguesa cuyo nombre toma prestado para el libro, editado por Visor. «A mí la palabra Gulbenkian me sonaba a todo y el jardín es serenidad, es armonía… y éste además custodia la mejor colección de arte de Portugal», expuso el poeta.

La obra «apela a nuestra tradición humanística; es una defensa de la amistad y la serenidad en un mundo en el que se nos incita continuamente a enfurecernos y enfrentarnos unos con otros», añadió al agradecer al jurado y a la Diputación el premio y la difusión de la poesía.

González Iglesias hizo un alegato en favor de la institución provincial, a la que regaló «un lado poético». Según el escritor, uno de los grandes valores del galardón segoviano es que es un «premio colegiado». Es decir, que no hay un único ganador, lo que le confiere una trascendencia de viaja más allá de lo meramente lírico, sino que incluso atañe a «lo político». El autor de 'Jardín Gulbenkian' hizo particular hincapié durante su discurso, en el salón de plenos de la Corporación que preside Miguel Ángel de Vicente, en otorgar al patrimonio poético una fuerte vinculación territorial y de arraigo en la gente.

Asimismo, destacó que, «al igual que ocurre con la filosofía y con la historia, la poesía es imprescindible para una democracia». González Iglesias enalteció el «diálogo» y la «meditación» para «resistirse a las modas y no dejarse llevar por histerismos colectivos» que no conducen a ningún lado. Estas palabras del ganador y las del presidente de la Diputación segoviana confluyeron en una defensa emotiva del «poder transformador de las letras».

Miguel Ángel de Vicente ensalzó el talento de los escritores y su «capacidad de emocionar siendo estrategas de la palabra». Animó a los poetas a seguir escribiendo y les felicitó por su esfuerzo por «incentivar la bondad». Y es que «la poesía no es unidireccional, llega a todos porque a todos comunica; produce cicatrices y caricias».

«El impacto sutil de la palabra pellizca y modula la forma de comprender el entorno», agradeció el presidente de la Diputación a Juan Antonio González Iglesias y a Ángel Fernández. A su vez, suscribió el compromiso de la institución provincial a mantener la apuesta por la poesía a través de este premio de renombre internacional. De hecho, Miguel Ángel de Vicente avanzó que el año que viene, con motivo del trigésimo aniversario del galardón, está prevista la introducción de algunas novedades que no desveló.

El coordinador del jurado, Gonzalo Santonja, alabó la continuidad del certamen y felicitó e singular al que fuera anterior presidente de la Diputación, Francisco Vázquez. En cuanto a las obras ganadoras, el crítico destacó en su disección a la obra de González Iglesias el testigo que toma de su predecesor en el palmarés del Jaime Gil de Biedma, Jaime Siles, ya que, a su juicio, el salmantino «ha escrito un poemario desde la alegría de l cuerpo y del corazón». 'Jardín de Gulbenkian es un libro «radicalmente humano», acreditó Santonja, quien también aplaudió la «hondura» de 'El huerto de los manzanos', premiado con el accésit de 3.000 euros.