José Luis Aceves | Candidato en las primarias del PSOE de Segovia

«Pocos secretarios generales habrá en el partido más autocríticos que yo»

Durante la intensa campaña, Aceves ha presumido de conocer «uno a uno a todos los militantes». Según afirma, «lo de recorrer la provincia escuchando, saludando y empatizando» con los correligionarios «es algo habitual que vengo haciendo». Este domingo, los socialistas segovianos están llamados a elegir entre la continuidad del actual secretario general y la alternativa que encarna Borja Lavandera, alcalde de Trescasas y exdiputado provincial.

-¿Qué conclusiones ha sacado de sus encuentros con militantes y simpatizantes de las distintas agrupaciones a las que ha rendido visita durante la campaña?

-Las demandas que recoges son múltiples, dependiendo también de cada sitio. Organizativamente hablando, la gente lo que transmite es que estamos en un partido profundamente democrático. El PSOE defiende la normalidad democrática, es el único partido abierto a la militancia para que elija entre todos los candidatos que al final se presenten. Eso se nota en el fluir de la campaña de estas elecciones primarias, que ha discurrido por unos cauces de cercanía y de trabajo. Antes y después de la votación de este domingo, en el Partido Socialista seguiremos siendo compañeros y continuaremos defendiendo los mismos valores.

-¿Por qué se ha llegado a unas primarias? ¿Hay división o discrepancias en el seno del partido en la provincia?

-Es lógico que haya debate, que se pongan ideas sobre la mesa que pueden resultar interesantes. Yo he elaborado un programa que he entregado a todos los militantes. En él hay muchas medidas, diez de ellas novedosas. Por ejemplo, propongo un plan de afiliación en la provincia, crear puentes para sumar jóvenes al PSOE, un programa de formación y acogida para esa nueva militancia o afianzar el carácter tremendamente municipalista del Partido Socialista. En definitiva, se trata de seguir siendo la herramienta y la voz útil de la ciudadanía en la defensa de los derechos y las libertades y en la prestación de servicios esenciales como la sanidad, la educación o la atención a la dependencia. Creo que estamos en un momento político en el que se necesita alguien con experiencia al volante del partido.

-En las elecciones municipales de 2023, el PSOE de Segovia se pegó un batacazo. ¿Hay razones para el desencanto de los votantes con el Partido Socialista?

-No creo que haya un desencanto. En 2019, el PSOE ganó las elecciones en Castilla y León rompiendo las mayorías del Partido Popular. También venció en los comicios generales. En las municipales nos quedamos a unos 2.000 votos de la ser la lista más votada en la provincia y logramos 68 alcaldes, más del doble de la media histórica en democracia. En 2023, obtuvimos el tercer mejor resultado de la historia en cuanto al número de alcaldías.

-Hay voces en el partido que echan de menos más autocrítica.

-No hay un partido más autocrítico que el PSOE y pocos secretarios generales habrá más autocrítricos que yo. No hay que confundir hacer autocrítica y buscar soluciones con flagelarse. Mire el actual mandato en el Ayuntamiento de Segovia, no han pasado ni dos años y la ciudad ha empeorado en su día a día [con el gobierno del Partido Popular tras los últimos comicios locales]; está perdiendo a borbotones lo que se ganó con Clara Luquero y Clara Martín. El PP está viviendo de los proyectos que han heredado del 'malvado' gobierno socialista. Si el PSOE se ve obligado a tener que devolver 120.000 euros de los fondos europeos, hay debate para un mes. No hay un proyecto para la ciudad.

-Un ambiente de desafección hacia la clase política favorece la irrupción de los populismos, negacionismos, de corrientes radicales, ultras. ¿Le preocupa que en Segovia se extiendan estos fenómenos? ¿Cómo podría el PSOE contribuir a atajar el crecimiento de esos extremismos?

-Existe un riesgo evidente democrático. No se trata de una formación política, sino de una amenaza a la Constitución. Es muy preocupante porque además se está generando un caldo cultivo peligroso cuando, por ejemplo, el PP se abraza a Vox en la Comunidad Valenciana para sacar adelante unos presupuestos y salvarse de la quema.

-El secretario general del PSOE en Castilla y León, Carlos Martínez, ha manifestado recientemente su apuesta por que gobierne la lista más votada. ¿Está de acuerdo?

-Su anuncio fue muy importante porque viene a decir al Partido Popular que tenemos que entendernos. En un supuesto de adelanto electoral en Castilla y León, Carlos Martínez dice que gobierne la lista más votada para que no se tenga que contar con Vox, como hizo el PP de Mañueco, para arrinconarle y dejarle en la mínima expresión posible. En el tiempo que estuvo en el Gobierno regional no se le recuerda ni una sola medida para avanzar en las soluciones de las necesidades reales de la comunidad. El PSOE lo que puede hacer es contribuir a la cercanía para que la ciudadanía pueda comparar y decidir.

-¿Qué PSOE de Segovia espera tras el proceso electoral?

-Espero que las reuniones que hemos tenido con la militancia sirvan para dar un impulso interno que luego se extienda hacia fuera. Que el partido salga con las pilas cargadas y reactivarlo para que la sociedad entienda que el PSOE es una herramienta útil para luchar por las causas de muchos colectivos, la verdadera herramienta útil de transformación de la sociedad.

-¿Qué retos debe afrontar el PSOE para que Segovia sea un lugar mejor?

-Necesita avanzar en su presencia territorial, necesita un empujón desde la experiencia y la renovación.

-¿Y cuáles son los desafíos de la provincia?

-Hay muchos, pero lo resumo en dos apartados. Uno es el reto demográfico. Es alucinante que Castilla y León no tenga una ley autonómica con fondos y políticas al respecto. ¿Dónde están las inversiones de la Diputación o una oficina para el desafío demográfico? El otro une la vivienda y el transporte.

-Defíname con tres palabras la política de la Junta hacia la provincia.

-Pasota con Segovia.

-Le pido lo mismo, pero con la gestión de la Diputación.

-Pedalear y pedalear pero sin llegar a lo que realmente importa.