«Con pocos clientes te preguntas si ha merecido la pena luchar por poder poner la terraza»

Su propietario, Fernando Alfonso Seminario, explica que pidieron al Ayuntamiento instalar la terraza ante el poco espacio que cuenta en el interior del local y que podía hacer que algunos clientes no se sintieran cómodos cuando coincidieran varios a la vez. Así, hace algo más de un mes solicitó a la Concejalía de Obras la licencia y la semana pasada llegó el visto bueno. «No es un proceso sencillo, pero son trámites que hay que hacer», afirma el dueño del local, quien reconoce que le hubiera gustado poder contar con más espacio. «Queríamos algo más, pero es lo que nos pueden dar», añade.

La primera semana con terraza, sin embargo, ha estado por debajo de sus expectativas. «De momento ha sido muy flojo, pero no perdemos la esperanza», afirma. De hecho, llega a preguntarse si ha merecido la pena luchar para poder disponer de la terraza ante la escasa afluencia que de momento están teniendo. «Cuando más gente tenemos es por la noche. También por la mañana y a la hora de comer solemos tener gente», indica José Iván de Jesús, uno de los camareros del local, mientras la limpia una de las mesas. Por la tarde, y pese a que sombrillas protegen del sol, el fuerte calor hace que la afluencia de clientes «baje bastante».

El dueño del negocio comenta que la licencia de la terraza es anual y que cuando llegue el momento de renovarla pensarán si merece la pena o no. Además, es consciente de que las condiciones de su terraza pueden cambiar en el futuro dependiendo de las obras de un edificio cercano. «Ya veremos si queremos y si podemos renovar la licencia, pero lo cierto es que el primer paso ya lo hemos dado al conseguir ponerla este verano», concluye Fernando Alfonso Seminario.