Festival de música celebrado en la plaza de toros de Segovia. Antonio de Torre

Segovia

De plazas de toros a espacios multiusos

La disminución del número de festejos taurinos y su escasa rentabilidad económica lleva a empresas y ayuntamientosa buscar nuevas actividades para realizar en los cosos

Nacho Márquez

Lunes, 7 de agosto 2023, 08:17

Si en una conversación sale a relucir la palabra toros o tauromaquia, la controversia está servida. Con partidarios y detractores, pocos quedan indiferentes a una actividad que ha ido menos con el paso de los años. Así lo reflejan los datos de la Asociación Nacional ... de Organizadores de Espectáculos Taurinos (ANOET), que muestran que la evolución de los festejos taurinos en España desde 2010 ha caído en picado, excepto en 2022. En el último año las cifras han vuelto a remontar a los niveles de 2015, con 1.622 festejos, un 14% más que en 2019.

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En la provincia de Segovia los datos que ofrece ANOET y la Junta de Castilla y León no están actualizados. La asociación taurina recontó en 2019 un total de 330 espectáculos, 57 con lidia y 273 populares. Todos ellos distribuidos en 41 municipios y tres pedanías de un total de 209 municipios que tiene la provincia. Los 41 municipios donde se organizan los espectáculos concentran el 71,57% de la población total de Segovia.

Las ferias taurinas que se organizan en estas localidades, en la gran mayoría de las ocasiones, están ligadas a la celebración de las fiestas patronales de cada municipio. Se trata de una celebración extraordinaria de la que se dota al pueblo puntualmente del montaje de plazas portátiles que los ayuntamientos contratan. Exceptuando nueve de esos 41 municipios, entre los que se incluye la propia ciudad de Segovia. Además de la capital segoviana, Aguilafuente, Cabezuela, Cantalejo, Cuéllar, El Espinar, Nava de la Asunción, Santa María la Real de Nieva, Valsaín y la capital disponen de una plaza fija todo el año.

Cayetano Rivera, en la plaza de toros de Nava de la Asunción. F. de la Calle

«Se realizan toros habitualmente solo en las fiestas, que son el tercer domingo de septiembre. También ha habido épocas que se han hecho en otros momentos. A lo mejor en julio se celebraba un festival o cosas de esas, pero en estos últimos años solamente en las fiestas hemos dado toros», explica Juan José Maroto, alcalde de Nava de la Asunción.

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La construcción de este tipo de plazas se remonta a mediados y finales del siglo XX, cuando la tauromaquia vivió su época de mayor esplendor. Hoy comparten su utilidad con otro tipo de espectáculos. «Es multiusos, la exprimimos todo lo que podemos. Durante el verano sobre todo es cuando se celebran más cosas. La feria de ganado, conciertos, espectáculos taurinos en agosto, en septiembre los festivales de pandas y quintos. Y hay asociaciones que lo piden, como los quintos o las peñas. Antes también entrenaban diariamente los chicos de la escuela taurina de la provincia que tenía su sede aquí. Ahora incluso también los chavales del pueblo que estén en otras escuelas taurinas como la de Madrid están autorizados a utilizar la plaza para sus entrenamientos», explica Juan Martín Montejo, miembro del gabinete de Alcaldía de El Espinar.

ANOET en sus últimos datos de 2019 diferencia dos tipos de espectáculos. Los festejos en los que se lidia al animal y los populares. En el primero, Cuéllar y Escarabajosa de Cabezas celebraron seis festejos. Le siguieron Riaza y Valsaín con cuatro, y San Ildefonso, San Rafael, Ayllón, Cantalejo y Sepúlveda con tres. Por otro lado, en el apartado de festejos populares sobresale Nava de la Asunción con 19. Carbonero el Mayor y Cuéllar realizaron 16, Riaza 15, Segovia y Cantalejo 13, Navas de Oro 11 y Turégano y Santiuste de San Juan Bautista una decena.

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«En los espectáculos populares la plaza siempre se llena. Cuando hay espectáculos formales de alguna corrida o rejones al haber que pagar la entrada ya viene menos gente. Los toros han caído bastante para los espectáculos de plaza. En otros tiempos normalmente si se llenaban, pero en los últimos diez años acuden mucha menos», explica el alcalde de Nava de la Asunción.

Feria del ganado en la plaza de toros de El Espinar. Pedro Luis Merino

En Cabezuela el ruedo y los toriles son de construcción, luego las gradas ya son desmontables. Pero están puestas todo el año. «Aquí solo se celebran festejos taurinos. Hay que tener en cuenta que nosotros tenemos que cambiar muchas de las maderas de los asientos, con las inclemencias del tiempo lógicamente se estropean. Lo que hacemos habitualmente es que desde agosto empezamos a reparar para que estén bien en septiembre. Siempre tenemos entre dos y tres días de festejos taurinos. Cabezuela tiene una trayectoria taurina importante. Vendemos muchos abonos a precios populares», explica su todavía alcaldesa, Ana Agudiez.

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Ferias

La plaza de Nava de la Asunción, como la de El Espinar, Cabezuela y el resto de la provincia, son tercera categoría y de propiedad municipal. Son los ayuntamientos quienes las gestionan y en ocasiones ceden su uso a empresas que las solicitan. En El Espinar en 2022 batieron su récord de festejos al año. «Se dieron entre quintos, pandas, corridas, novilladas y demás unos seis festejos, más los entrenamientos de novilleros que son otros tres más. Luego el resto se dan en San Rafael, en la portátil», declara Montejo. Aun así, otro tipo de eventos como los conciertos superan a los festejos taurinos. «Pero el uso fundamental es taurino, lo que pasa que se busca dar utilidad a la plaza el resto del año con otros eventos», añade.

El futuro de este tipo de construcciones es incierto y en varias localidades españolas ya hay casos en los que se ha cambiado su uso y se han convertido, por ejemplo, en centros comerciales. No ocurrirá lo mismo en El Espinar. «La plaza es rentable. Vamos camino de los 75 años desde que se inauguró y es un edificio emblemático, pero los nuevos tiempos obligan a sacar el mayor provecho a todos los espacios municipales, también a la plaza», añade Montejo. Una renovación integral de los corrales para adecuarla a los nuevos tiempos es la próxima intervención prevista en la plaza espinariega.

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Rentabilidad

La gran excepción de la provincia la marca la plaza de toros de Segovia, de segunda categoría. El coso construido en 1801 pertenece a Manolo Lozano. El empresario de 92 años fue torero y posteriormente apoderado de matadores como Morante de la Puebla. «El año pasado hubo tres o cuatro espectáculos en los que se llenó la plaza. Este año hay programados cuatro. Damos siempre la corrida de San Pedro el 29 de junio (este año no), que es tradicional y algún otro festejo. También se dan conciertos de música», explica Manolo Lozano. Ya no es él mismo el encargado de organizar los espectáculos. En 2022 fue la empresa 'Toros La Merced' la que compró y se encargó de dar la 'Feria de San Juan y San Pedro 2022'.

Plazas de toros de Valsaín, Cantalejo y Cabezuela, tres de las fijas en Segovia.

A diferencia de otras plazas de la provincia, donde las empresas organizadoras deben de pagar altos cánones para poder gestionarlas, Manolo Lozano reconoce que la rentabilidad de la plaza segoviana depende del apoyo institucional que ofrezca el Ayuntamiento de Segovia: «No hay apoyo. Las corridas de toros tienen unos gastos extras que en muchas ocasiones hacen que no puedan ser rentables. Hay que pagar 24 boletines a la seguridad social, además de los sueldos, luego tres veterinarios… En otros países que hay solo uno, como es normal. Son muchos gastos, por eso en muchos pueblos los toros han desaparecido», lamenta al tiempo que recuerda cómo cuando Jesulín de Ubrique toreaba se daban 1.200 corridas al año en España. «Para que se llene la plaza de Segovia o cualquier otra tiene que haber un cartel con figuras. Y las figuras son muy caras», indica.

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El objetivo en las plazas adminsitradas por particulares es generar ingresos, una meta difícil para aquellas gestionadas por administraciones públicas, ya que los propios ayuntamientos reconocen el alto coste de organizar eventos taurinos. «Estas plazas no son rentables, son deficitarias totalmente. Cuesta mucho más hacer el espectáculo que lo que recaudas de él. Aquí, siendo las fiestas a finales de septiembre, hay menos público. En agosto a lo mejor habría más gente. Pero es un servicio más que el Ayuntamiento ofrece poniendo dinero para todos los vecinos», explica Juan José Maroto, alcalde de Nava de la Asunción. Una idea a la que se suma la alcaldesa de Cabezuela: «Rentable no es, a pesar de vender todas las localidades a través de abonos y entradas sueltas. Siempre hay un déficit porque son muchos gastos. No solamente es pagar los toros. Los veterinarios, las ambulancias, el equipo médico, la seguridad social de los actuantes… es muchísimo el dinero que se gasta para poder hacer unos festejos. También lo que cobramos por el abono es simbólico», explica.

Todo ello lleva a Agudíez a concluir con seguridad que los toros «son deficitarios». Pero no por ello defiende que los ayuntamientos dejen de organizar este tipo de festejos. «No dejan de ser una actividad de ocio. Igual que en la fiesta tenemos conciertos y atracciones que también son deficitarias. Son actos que complementamos con festejos taurinos, encierros por el campo y urbanos. No deja de ser una forma de atraer gente al pueblo. Los encierros siempre traen mucha gente y eso es un beneficio para el municipio porque reporta en la economía, genera mucha riqueza para los bares y restaurantes», subraya.

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