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En el lado opuesto al Pontón Alto, y no solo por su lejanía geográfica, se encuentra el embalse de Linares del Arroyo, junto a uno de los pueblos más bonitos de la provincia: Maderuelo. Tiene el beneplácito de la Junta de Castilla y León como ... zona natural apta para el baño porque el análisis de sus aguas es casi inmejorable y porque cuenta con servicios muy populares entre sus visitantes.
Aquí se concentran tres zonas de baño perfectamente delimitadas: la playa junto a la ermita de la Veracruz, la más concurrida y con más infraestructuras (bar-restaurante, mesas para picnic…); la de Las Hazas, en la margen derecha del pantano, con aparcamiento, de agua más profunda, con menos algas y la más visitada por los locales; y la del Embarcadero, algo más alejada y la menos concurrida.
A la primera muchos le llaman 'la playa de Aranda de Duero' por ser una zona muy visitada por los vecinos de este municipio burgalés, a unos 30 kilómetros de distancia tan solo. «Pero también viene bastante gente de Segovia y provincias limítrofes como Madrid, Soria o Valladolid», explica Javier Bravo, el entusiasta encargado de la Oficina de Turismo de Maderuelo.
Y no solo hay bañistas, sino practicantes de piragüismo, vela o windsurf. Y, según la época, también muchos pescadores, algunos de los cuales llegan de partes más lejanas que los bañistas.
«El Ayuntamiento se preocupa por el mantenimiento de la zona y de los servicios, además de la limpieza, porque no todo el mundo se comporta de forma cívica. Requiere un esfuerzo económico para un pueblo tan pequeño, pero merece la pena porque para el municipio se trata de un recurso turístico muy valioso», apunta.
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Las vistas desde el embalse de Linares son espectaculares, se dirija la vista al entorno natural o se alce hasta las murallas y el escueto entramado de casas del pueblo con aire medieval. «La gente suele pasar aquí todo el día, así que aconsejamos que, además de las playas, se acerquen a visitar el pueblo o entren en la ermita, que es una verdadera joya».
Existen otras zonas naturales en la provincia que, aunque no están en el censo como aptas, también son concurridas: las Calderas del Cambrones, la Fuente de la Salud en Sepúlveda, el embalse de Las Vencías entre Fuentidueña y San Miguel de Bernuy, la piscina del área recreativa de El Chorro de Navafría o las pequeñas pozas de Boca del Asno y Los Asientos, en Valsaín
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