Unos ochocientos jóvenes congregados en el entorno de la vieja estación de Renfe de Segovia hicieron que saltaran las alarmas vecinales. ¿Qué estaba ocurriendo? Un apeadero que apenas es usado por viajeros de la línea convencional... no era normal el jaleo montado. Eran en torno ... a las 20:30 horas de la noche de este sábado. La Policía Local acudió al lugar para controlar a la muchedumbre. Según apunta la concejala de Seguridad del Ayuntamiento de la capital segoviana, Raquel de Frutos, la multitudinaria reunión de estudiantes respondía a una 'quedada' para una fiesta cuyo reclamo es la experiencia del viaje a un lugar secreto.
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Detrás de este acontecimiento está una empresa privada experta en este tipo de eventos especiales donde reina la música electrónica y que suele contar con prestigiosos deejays, tanto en el trayecto hasta el lugar de la macrofiesta como ya en el recinto acondicionado para el disfrute de los asistentes.
La salida desde la estación de la carretera de Villacastín estaba prevista a las 19 horas, según el cartel anunciador que promocionaba la cita. Un viaje de veinte minutos al punto de reunión, que en esta ocasión era en Otero de Herreros. El regreso estaba previsto para las 2:10 horas. Al mismo tiempo, desde Madrid Chamartín salía otro tren, a las 17:03 horas para cubrir el trayecto de una hora hasta la localidad segoviana elegida para albergar la fiesta de música electrónica. El retorno de este contingente estaba previsto para las 3 horas de la madrugada.
El tren habilitado por los promotores no llegaba al destino de la capital segoviana y los jóvenes comenzaron a ponerse «nerviosos», señala la concejala. Al ser un grupo tan grande concentrado en un espacio reducido como es la entrada a la estación de Renfe de la carretera de Villacastín, corría el riesgo de que hubiera problemas de tráfico y que se viera afectada la fluidez de la circulación al ocupar parte de la calzada.
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De Frutos confirma que el convoy que aguardaban los alrededor de 800 jóvenes tuvo una avería, lo que le impidió llegar a la estación como estaba previsto por la organización. Los promotores privados de la fiesta en Otero de Herreros se movilizaron y contrataron autobuses y taxis de Segovia que estuvieron durante horas, en la noche de este sábado, llevando y trayendo a jóvenes que no quisieron perderse la fiesta a pesar de los inconvenientes surgidos.
Raquel d Frutos
Concejala de Seguridad
«No teníamos constancia de este tipo de evento, de repente nos encontramos con las llamada de vecinos que informaban de que había grupos de jóvenes en la estación de la carretera de Villacastín», pone de relieve la concejala de Seguridad. Raquel de Frutos añade que la Policía Local acudió al lugar para organizar a la multitud y coordinar la espera a un tren que al final no llegó.
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Una situación como la vivida este sábado por la noche «genera ansiedad e incertidumbre por ver a tanta gente junta», comenta la edil al entender la tensión que se creó en esos momentos. Lo peor es que los estudiantes no sabían tampoco a ciencia cierta lo que pasaba. «Buscaban un viaje a un sitio concreto y no sabían cómo acceder», hasta que la empresa organizadora puso las alternativas de transporte mediante autobuses y taxis.
La «tensión» a la que alude Raquel de Frutos tuvo momentos más elevados cuando la Policía Local tuvo que contener a los grupos que pasaban a la calzada obstaculizando el tráfico. «Alguien se puso más nervioso de lo normal -relata la edil en referencia a algún joven que se exaltó más de la cuenta y se enfrentó a los agentes- y se tuvo que actuar». De Frutos confirma que se procedió a detener a una persona.
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Aunque la multitud poco a poco se fue disgregando conforme llegaron los medios de transporte alternativos puestos por la empresa promotora de la macrofiesta, los problemas se reprodujeron a la vuelta. La concejala señala que entre las 2:30 y las 3:00 de la mañana empezaron a regresar a la capital segoviana grandes grupos procedentes de Otero de Herreros. Muchos quisieron montar en el bus búho para volver a sus domicilios en la ciudad, lo que ocasionó otros momentos de «tensión» ya que el servicio no daba abasto con tanta cantidad de viajeros repentinos.
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