Pincho de tortilla. Rodrigo Ucero

«El pincho de tortilla se ha convertido en un producto 'gourmet'»

Los bares y restaurantes de distintas zonas de la ciudad relatan las dificultades que sufren por el encarecimiento de las materias primas

Ricardo Domingo

Segovia

Domingo, 22 de mayo 2022, 08:21

En el barrio de Nueva Segovia, tras la barra de El Rincón de Evelio, el propio Evelio es tajante. «La subida de precios nos está afectando mucho». La condición de ser un negocio nuevo en el vecindario reprime la posibilidad de subir los importes. «De ... momento no vamos a subir los precios. Somos nuevos en el barrio, llevamos seis meses aquí, no podemos subirlos», sostiene.

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Desde la puerta de la cocina, Mari Carmen hace inflexión en cómo se ha notado la subida energética. «Mirando y comparando facturas del año pasado a éste, pagamos justo el doble». Además, denota pesimismo de cara al futuro porque «de momento, estamos trabajando dieciséis horas para ir pagando los gastos y para sacar un sueldo bajo».

En San Lorenzo, frente a la iglesia románica, Avelino sirve un par de cafés en el In Lorencho. «La gente, en lugar de tomarse dos cervezas en un mismo día, divide las consumiciones a lo largo de la semana», comenta.

«De momento no vamos a subir los precios; somos nuevos en el barrio y ahora no podemos hacerlo»

MARI CARMEN Y EVELIO

EL RINCÓN DE EVELIO

En el bar, se vieron obligados a incrementar los productos diez céntimos a primeros de año para hacer frente a la subida de precios, pero son reticentes a un nuevo incremento pese a la situación actual. «Por ahora no tengo pensado subir».

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Las declaraciones de Avelino con relación a la subida de la luz coinciden con las de Mari Carmen. «Es una cosa increíble, estoy pagando más del doble que en abril del año pasado», asegura de forma contundente y dispuesto a ofrecer pruebas.

«La situación es tremenda; nos estamos comiendo unos márgenes inasumibles»

JESÚS

LA OJA BLANCA

En el centro de la ciudad, el personal del restaurante El Cordero comienza a prepararse para el turno de comidas. Gregorio, dueño del negocio, explica que el constante incremento de los gastos a los que se ve sometido su restaurante les ha obligado a hacer «pequeños retoques» en la carta. «El plato cordero puede haber pasado de 21 a 22».

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En referencia al público, Gregorio señala una ligera bajada de la concurrencia entre semana. «Por la tarde y por la noche la gente viene menos, prefiere reservarse para el fin de semana».

«La gente, en lugar de tomarse varias cervezas en un día, divide las consumiciones a lo largo de la semana»

AVELINO

IN LORENCHO

En plena mañana, la Plaza Mayor comienza a recibir turistas. En La Oja Blanca, Jesús atiende las comandas de su terraza. Entre viaje y viaje señala con rotundidad que «la situación es tremenda, nos estamos comiendo unos márgenes inasumibles».

En enero, el céntrico bar se vio obligado a subir la carta de forma leve y temen que la inflación les obligue a volverlo a hacer. Al ser preguntados por los efectos de la subida de la luz no pueden evitar contener la risa. «Lo de la luz no tiene nombre».

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«Por la tarde y por la noche la gente viene menos; prefieren reservarse para el fin de semana»

GREGORIO

EL CORDERO

En el bar se preguntan si hay algún producto que no haya subido. No encuentran respuesta. «Con lo que ha subido el aceite, los huevos, el gas… la tortilla, que es algo básico en cualquier local de hostelería, es ahora mismo un 'pincho gourmet'».

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