Borrar
Una colisión múltiple causa retenciones en la A-11 en La Cistérniga
Diego Hernández Benito, en el balcón del Ayuntamiento de La Matilla. El Norte
De pinchar con Natos y Waor y Recycled J a alcalde de La Matilla

De pinchar con Natos y Waor y Recycled J a alcalde de La Matilla

Diego Hernández Benito, uno de los regidores más jóvenes de la provincia, compagina su labor al frente del Ayuntamiento segoviano con su profesión como pinchadiscos

Berta Jiménez

Segovia

Sábado, 31 de julio 2021, 12:34

La bandera de La Matilla ya ondea en el mástil del ayuntamiento. Este municipio segoviano de 84 habitantes no contaba con insignias municipales hasta que el pasado sábado tuvo lugar la presentación oficial del escudo y la bandera en un acto en el que estuvieron presentes el alcalde del municipio, Diego Hernández Benito, y otros miembros del Ayuntamiento, así como autoridades provinciales y representantes del Gobierno. Lirio Martín, subdelegada del Gobierno en Segovia, aprovechó para recordar que «es el momento de poner en valor nuestros pueblos» e insistir en que el talento de los jóvenes tiene que revertir en las zonas rurales.

Hernández señaló que, con el fin de componer un escudo con los elementos más característicos del municipio, se ha realizado un estudio histórico. Así, en el centro se sitúa el símbolo del comercio (caduceo), que representa la tradición de comerciantes y arrieros de La Matilla, junto con una cruz plateada que simboliza el cruce de caminos donde se ubica el municipio, en un punto de la Cañada Real que va hacia Segovia y Sepúlveda, entre la sierra y la cuenca. «Es un sitio muy de paso», explica Hernández sobre esta localidad perteneciente a la Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza. También el dibujo muestra ocho monedas de oro «porque es un pueblo con mucha riqueza histórica» y los denominados 'veros', procedentes del blasón del linaje de la Casa de Frías y de Velasco. La bandera presenta una cruz blanca sobre un fondo verde.

Diego Hernández Benito, que se mostró muy emocionado en la presentación de estos nuevos símbolos municipales, espera que pronto se puedan implementar en los documentos oficiales de la localidad. A sus 29 años, es uno de los alcaldes más jóvenes de la provincia junto con el regidor de Navalilla o la alcaldesa de Aldealengua de Pedraza. Nació y creció en Madrid pero sus raíces siempre le han mantenido vinculado a este pequeño pueblo segoviano, donde decidió instalarse definitivamente tras acabar sus estudios de Geografía y Ordenación del Territorio.

Comenzó su trayectoria política con 26 años, movido por el convencimiento firme de que «el medio rural es vanguardia». «El desarrollo rural para mí es muy importante, no solo por el hecho de salvar los pueblos que tanto nos gustan sino por el tema de la sostenibilidad ecológica. El planeta está en mal estado y los pueblos son lo más sostenible que tenemos», apostilla. Su proyecto en el Ayuntamiento de La Matilla va en esta línea: pretende impulsar un cambio de paradigma y hacer ver que los pueblos «son un lugar de vida y no de fin de semana». «Queremos dotar al pueblo de las condiciones adecuadas para que la gente desarrolle sus vidas en él», sostiene.

Lo que menos le agrada de ser alcalde es que se esperaba encontrar el pueblo «en mejores condiciones», ya que, según relata, algunas infraestructuras están muy deterioradas. Cuenta que el sistema de iluminación está anticuado y la fosa séptica está derrumbada, por lo que hay que construir una depuradora. «Yo quería traer cosas», dice refiriéndose a la fibra óptica, entre otras ideas, «y lo que tengo que hacer es arreglarlas». No obstante, lo mejor de ocupar la Alcaldía es el apoyo de sus vecinos. «Me gusta que la gente agradezca que se preocupen por su pueblo», comenta, aunque también admite que «cambiar el chip» de las personas para hacerlas ver que el medio rural no es solo un lugar de vacaciones le parece «bonito». «Que la gente vea con orgullo que su pueblo, que iba a morirse, ahora sea un referente comarcal», añade.

Hernández Benito compagina además su labor como alcalde con su profesión en el mundo de la música: ha sido el DJ grupos de rap tan conocidos como Natos y Waor o Recycled J y actualmente continúa trabajando con el artista Zetazen. «Dejé de ir con ellos por venirme a La Matilla», recuerda. Este joven también es uno de los fundadores (además de portavoz) de la plataforma Segovia Viva, que lucha contra la despoblación en la provincia, y recientemente ha llevado las reivindicaciones de la España Vaciada al Congreso de los Diputados.

En su opinión, la pandemia de la covid-19 ha supuesto un «cambio de paradigma» al despertar el interés de una parte de la población por las zonas rurales. «La gente se ha dado cuenta de lo que es la calidad de vida», afirma. Asegura, además, que la sociedad cada vez se preocupa más por la transición ecológica y la protección del medioambiente, algo que está muy relacionado con lo rural y lo local. «No estamos por encima de la naturaleza y tenemos que cuidarla porque no todo es sostenible», expresa. «Naturaleza y calidad de vida son dos palabras interrelacionadas y el covid las ha puesto en la agenda diaria».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla De pinchar con Natos y Waor y Recycled J a alcalde de La Matilla