el norte
Segovia
Viernes, 26 de octubre 2018, 12:04
Tres botánicos han denunciado la celebración de una yincana o de otras actividades de juegos infantiles «en pleno corazón de un enebral monumental, junto al pueblo segoviano de Sigueruelo», que pertenece al Ayuntamiento de Santo Tomé del Puerto y está enclavado en el ... entorno del Parque Natural Sierra Norte de Guadarrama. Emilio Blanco, Juan Antonio Durán y Teófilo Martín dudan de que esta actividad, desarrollada el pasado verano, haya podido ser autorizada por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Segovia, por la dirección del parque o por el Ayuntamiento de Santo Tomé del Puerto.
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«Hasta ahora esta arboleda singular de ejemplares centenarios de 'Juniperus thurifera' permanecía escondida junto al pueblo citado, una verdadera joya por su aspecto y naturalidad, máxime por hallarse a menos de tres minutos andando desde el centro de la localidad, un privilegio que casi no tiene ningún pueblo segoviano, ni castellano», indican.
Recuerdan que hace años hicieron un trabajo de campo etnobotánico y, añaden, ahora «el concepto de ética paisajística y ambiental está muy olvidado en este lugar», donde, sin duda, «las formaciones arbóreas adehesadas de enebro se encuentran incluidas como hábitat de interés comunitario europeo prioritario, encontrándose a su vez este enebral monumental en el interior del espacio natural protegido Parque Natural Sierra Norte de Guadarrama».
En una salida organizada para visitar los árboles y su estado de vitalidad encontraron lo que parecía «una yincana o similar, de juegos desmontables entre los árboles y su delicado suelo. Incluso observamos que está equipado con código QR de aplicación en el móvil y con los carteles explicativos clavados a los troncos de los árboles, ignorando el más mínimo tratamiento ético de los elementos del medio natural». A su juicio es un «nefasto ejemplo de comportamiento en torno a árboles monumentales y arboledas de este carácter», en un «enclave único por su situación junto al pueblo, un orgullo para sus vecinos».
Por eso se preguntan si no había otro lugar para esas instalaciones y piden que «obliguen a retirarlas inmediatamente» y reconviertan el lugar en un enclave local singular protegido» que «sea orgullo de Sigueruelo y de sus habitantes».
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