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Los jardines de Alfredo Matesanz, junto a la iglesia de Santo Tomás, visten una alfombra de flores que no se marchitan. No tienen aroma, pero sí mensajes en sus pétalos. Es una metáfora simbólica de una de las reivindicaciones que este martes se convierte en protagonista de la mano de Cáritas: la lucha contra el maltrato a las personas mayores. La soledad indeseada es uno de los problemas sociales que la organización llama a combatir al considerar que empeorará en los próximos años.
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Era la primera vez que se organizaba una 'plantación de derechos' por las personas mayores en Segovia. «Estamos hartas y cansadas de ser invisibles a la hora de construir un mejor presente y futuro», subrayó una de las mujeres participantes en el acto durante la presentación de las proclamas. En total, más de medio centenar de personas se congregaron a los pies del templo en el barrio de Santo Tomás para hacer notar sus reivindicaciones, lo que también se trasladó a las residencias de Cáritas.
La lectura de un manifiesto a cargo de Ángel Anaya, director de Cáritas Diocesana de Segovia, precedió la plantación simbólica de derechos en forma de flores de gomaespuma de diferentes colores. Se repartieron decenas de ejemplares entre los asistentes, que procedieron a la colocación en fila y de forma ordenada en el césped de uno de los parterres de los jardines. 'Por una sanidad y vivienda digna', 'sí al amor y al cariño', 'soy mayor, ayúdame', 'respeto' y 'no a la indiferencia' fueron algunos de los mensajes anunciados.
Estos objetos eran el resultado de horas de trabajo en los talleres de manualidades enmarcados en el Programa de Mayores de esta organización. El principal propósito de la actividad es la sensibilización sobre sus derechos. «Hay situaciones de malos tratos que están pasando muchas personas por el simple hecho de ser mayores», sostuvo Begoña Tardón, responsable del citado plan.
A pocas jornadas de la conmemoración del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, que se celebra el 15 de junio, Tardón aseguró que este problema social no solo tiene como escenario las residencias, sino también los propios domicilios.
Los malos tratos no son solo físicos. Una de sus tipologías más populares es la soledad no deseada y «hay un importante número de personas mayores que viven esa situación en la capital y la provincia», lamentó Tardón. De hecho, el número de segovianos que viven solos crece un 49% en los últimos veinte años. Es más, más de un 12% de los residentes -en torno a 8.000- carece de compañía y el envejecimiento agudiza la tendencia.
Las perspectivas que maneja Cáritas no son nada halagüeñas. Entre 2019 y hasta 2030 se prevé que el número de habitantes con 60 años o más aumente un 38% y la cifra del conjunto de personas mayores superará a la de jóvenes. Los datos de un problema ya de por sí existente a día de hoy se agravarán «especialmente en los países en desarrollo». Todo ello cuando «no se visibiliza lo suficiente», advirtió Tardón.
El Programa de Mayores de Cáritas trabaja con aproximadamente 150 segovianos y también atiende a las residencias de El Sotillo, Cuéllar y Sepúlveda. Además, cuenta con un técnico y 17 voluntarios ubicados en las diferentes actividades que se desarrollan a lo largo de la semana. «Sin ellos, no podríamos trabajar», insiste Tardón.
Según explica, la organización diocesana persigue identificar las dificultades sociales que tienen las personas mayores y facilitarles opciones para que ellas mismas sean las solicitantes de las actividades que quieren realizar. La labor se dirige a «seguir caminando junto a ellas en la resolución de los problemas», afirma la responsable segoviana de este programa.
Una vez culminada la acción simbólica de denuncia social, las actividades organizadas por Cáritas con motivo del Corpus se trasladaron al jardín botánico. Allí se celebró una visita guiada a cargo del artista Mariano Carabias, quien ha diseñado numerosos elementos ornamentales de este entorno. Los actos lúdicos, formativos y religiosos continuarán hasta el domingo.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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