Un perro ataca a una mujer en el barrio de San José

El perro que la había atacado permanecía a escasos unos metros de distancia, más tranquilo, con un joven que le tenía sujeto con la correa. El animal no pertenece a una de las razas catalogadas como peligrosas. Testigos de los hechos que pasaban en ese momento a la altura del número 16 de la calle Tomasa de la Iglesia aseguran que mientras el joven estaba comprando el perro estaba solo, atado a un poste cercano. La nueva ley establece que la prohibición de que el perro se quede sin supervisión, aunque permanezca amarrado a una valla o farola, mientras el dueño se ausenta unos minutos para, por ejemplo, hacer la compra.

Cuando la víctima se tranquilizó, se avisó a la Policía Local, que a los pocos minutos hizo acto de presencia para atender a la mujer. Tras comprobar la rotura del pantalón y la herida en la pierna, los agentes la instaron a acudir al Hospital General de Segovia para curarle la lesión de la mordedura y hacerse las pruebas necesarias. En el centro asistencial le han puesto la vacuna antitetánica y le han recetado antibióticos.

Los policías han recabado declaraciones de clientes y transeúntes que habían presenciado el ataque. Tras recibir la atención médica pertinente, la mujer tenía previsto acercarse al acuartelamiento del cuerpo municipal de seguridad para presentar una denuncia, aunque admite que lo estaba sopesando. «No quiero perjudicar a nadie, pero por otra parte no quiero que esto le pase a la nadie más», comenta la afectada.

Antes de ir al complejo hospitalario, para lo que no ha requerido ambulancia, un familiar del joven se ha acercado a interesarse por lo ocurrido y por el estado de la mujer, con la que ha hablado unos minutos.