Pequeños pinches cocinan por una buena causa

Con el castillo de Coca como telón de fondo y en un día más propio del verano que de mediados de primavera ha comenzado, en la tarde del viernes, la segunda edición del concurso 'Ribera Junior Chef'. Este evento que reúne a más de cincuenta jóvenes de entre cuatro y doce años se celebra por primera vez en la provincia de Segovia. Con el objetivo de transmitir los valores culinarios y gastronómicos desde edades tempranas, la competición se ha centrado en la elaboración de una variedad de tapas para la degustación de los vecinos del pueblo segoviano.

El acontecimiento posee un componente solidario por la recaudación de fondos para la organización La Sonrisa Guerrera. Esta asociación dedicada a la lucha contra la atresia de esófago ha recibido la cantidad recaudada de las inscripciones de cada participante; y además, también ha recabado el dinero de la venta de las elaboraciones, cuyo precio era simbólico de un euro. La colecta íntegra irá destinada a combatir la enfermedad rara que sufre una joven vecina del pueblo de Navas de Oro, hija de la fundadora de la asociación.

Con el traje habitual de cocinero, gorro y mandil blancos, los jóvenes pinches de cocina trabajaron en grupos de entre ocho y diez niños acompañados de uno de los cocineros profesionales. El objetivo, preparar más de una veintena de unidades de una tapa o bocadillo con los productos de la zona. Las elaboraciones de cada equipo se centraron en el emplatado de las tapas, ya que cada cocinero había ultimado las recetas con anterioridad. Las creaciones tuvieron como resultado final un centenar de tapas de diferentes composiciones que fueron presentadas frente al jurado conformado por la diputada provincial Magdalena Rodríguez o Javier, finalista de 'Master Chef Junior', entre otros asistentes.

Uno de los chefs encargados de participar con los niños en el concurso, Francisco Alonso, define como «maravilloso» el hecho de poder instruir a los menores en esta profesión. «Trabajas con compañeros que has visto cómo se mueven en sus casas. Es un lujo poder acompañarlos y que aprendan cómo se trabaja en una cocina con profesionales», describe el cocinero, quien fuera ganador del mejor pincho sin gluten en el concurso de tapas de Valladolid 2022.

Alonso detalla la elaboración previa que llevó al evento para realizar una «tapa ganadora con los productos de la zona». En el proceso, cada grupo tuvo que preparar su bocado con los mismos productos, entre los que destacan la picaña, puerros, huevos ecológicos, ajos y fresas. En su caso, el chef eligió cocinar 24 horas antes la picaña mediante un procedimiento delicado. La carne tuvo como acompañamiento una crema ligera de soja y frutos rojos y también utilizó una salsa de almendra, foie, puerros y huevo.

El concurso culinario infantil nació el pasado año con el objetivo de transmitir a los más pequeños la pasión por la cocina. El chef Alfonso Velasco Martín fue el responsable de poner en marcha esta iniciativa. La primera edición tuvo como escenario el municipio vallisoletano de Valbuena del Duero, por motivos sentimentales con el pueblo y sus vecinos. En la presente edición la villa de Coca fue la seleccionada para acoger el concurso, que cuenta con la colaboración de empresas del sector agrícola para fomentar la despensa de Castilla y León.

Durante del concurso, los familiares y asistentes al evento han podido disfrutar de una gran variedad de puestos alimentarios con productos de la tierra. Además, se ha celebrado un taller, impartido por las nutricionistas Zulema Gutiérrez y María Reyes con el objetivo de concienciar a la población sobre los hábitos de comida de las familias.

La cita ha estado amenizada por el humorista Martín Luna para cumplir con la idea principal de la organización de «crear emociones según vaya transcurriendo el concurso».

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