Marisol Barreno Gil venía de trabajar en la cocina de un bar-restaurante de Villacastín cuando un accidente mortal acabó con su vida en uno de los puntos más complejos de la N-VI, en el término municipal de Navas de San Antonio, un desenlace ... inesperado que rompió este lunes el corazón de sus compañeros de Protección Civil de El Espinar, que ponen en valor su compromiso social con cualquier tarea para mejorar la vida de los vecinos del pueblo.
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Una mujer de 54 años que no solo convirtió la solidaridad en parte de su personalidad, sino que extendió ese legado por su familia. «Por lo visto, el coche que venía de frente se la ha echado encima y nos la ha matado. Una magnífica compañera, persona y amiga. Nos ha dejado a todos destrozados. Un miembro más de nuestra pequeña gran familia naranja a la que tenemos que despedir. Y ya van tres». Lo cuenta la coordinadora municipal y jefa de la agrupación, Carmen Ramírez, que no olvida el accidente que costó la vida a dos fontaneros espinariegos a escasos metros de distancia de la colisión de ayer en marzo de 2020.
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La gran impronta de Marisol es que se ha ganado el cariño de sus compañeros en apenas dos años, el tiempo que lleva colaborando en El Espinar. Trabajaba en un bar de Villacastín con su hija pequeña, pero en el momento del accidente viajaba sola. «En cuanto podía y estaba libre, hacía servicios con nosotros. Era toda su vida, sus hijas, trabajo y Protección Civil». Vecina del pueblo durante toda su vida, sus compañeros hablan de «una persona súper implicada» con la labor del colectivo en el municipio.
Ese compromiso hizo que fuera muy fácil trabajar con ella. «Sentía mucho cuando había algún servicio y no podía estar con nosotros por el trabajo. Siempre se quedaba mal». En esos momentos, Carmen tenía las palabras adecuadas: «Marisol, el trabajo, la familia y la salud son lo primero. Esto es voluntario, hija». Estaba divorciada y tenía dos hijas. La pequeña también colaboró con Protección Civil y su sobrino participa como voluntario para la agrupación. «Los hijos van viendo el día a día de su madre y les empieza a picar el gusanillo de ayudar a los vecinos de tu municipio. Lo mismo me pasa a mí; mi hijo y mi pareja están metidos».
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Entre la amplia variedad de tareas que asume un voluntario de Protección Civil, Marisol brillaba en el contacto personal con los vecinos. «Le encantaba estar en el banco municipal de alimentos, ayudándome con las familias o los ejercicios preventivos con los niños. Le gustaba todo lo que hacíamos en 'Prote', pero sobre todo la parte más social». Sus compañeros acudieron en la tarde de ayer al tanatorio. «Mañana estaremos en el entierro haciendo nuestro último servicio con ella».
No es al primer compañero de 'Prote' –como denominan a la agrupación– que se lleva ese punto kilométrico 78 de la N-VI, pasado Navas de San Antonio en dirección Segovia. En marzo de 2020, también a primera hora de la mañana, Jesús Velasco padre e hijo, dos fontaneros muy queridos en El Espinar, viajaban en una furgoneta en sentido La Coruña: se dirigían a trabajar cuando un turismo a la salida de una curva les embistió empotrando su coche contra el guardarrail. Un suceso que marcó los días previos a la pandemia en el municipio porque al padre le faltaban apenas unos meses para jubilarse y su hijo había trabajado en la agrupación espinariega, aunque en el momento del accidente colaboraba con otra agrupación. «Siempre estaba metido con nosotros ayudando».
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El dolor que viven los compañeros es doble porque no solo despidieron a Marisol, sino que revivieron esta otra tragedia. «Si no ha sido en el mismo punto, ha sido muy cerca». Carmen habla de la complejidad de la carretera a su paso por Navas de San Antonio. «La verdad es que es un tramo que tiene mucho peligro. Ha habido muchos accidentes, a nosotros, por desgracia, nos han tocado dos muy de cerca con un resultado malísimo. Es un punto negro de la carretera». Y describe los elementos que hacen de aquellas curvas un lugar mortífero. «La gente va a mucha velocidad. Nuestra compañera seguro que no porque era una persona muy prudente conduciendo. Es un tramo muy malo, hay poca visibilidad, la gente adelanta sin ton ni son. Luego pasa lo que pasa y nos tenemos todos que lamentar».
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