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El pequeño Noah, con sus padres. FOTO CEDIDA POR MARÍA MAYORAL
«Jamás pensé en los riesgos que puede conllevar un parto»

«Jamás pensé en los riesgos que puede conllevar un parto»

María Mayoral reclama más visibilidad y apoyo a las familias afectadas por la parálisis braquial obstétrica, lesión que sufre Noah, su hijo

Berta Jiménez

Segovia

Sábado, 2 de octubre 2021, 07:59

Noah no ha cumplido aún los dos años pero ya se ha acostumbrado a ir cada poco a sesiones de rehabilitación. Sufre parálisis braquial obstétrica (PBO), una lesión en los nervios periféricos del brazo que le impide mover este miembro del cuerpo. Como explica María Mayoral, su madre, no es una enfermedad sino una lesión, y se produce a raíz de una complicación en el parto. En la mayoría de los casos, los hombros del bebé se quedan encajados en la pelvis y se produce esta distofia de hombros. «Al tirar de la cabeza del bebé para sacarle, se lesionan o se rompen los nervios del plexo braquial», señala Mayoral.

Según la Asociación de Ayuda y Orientación Parálisis Braquial Obstétrica (Adayo PBO), esta lesión se produce en dos de cada mil nacimientos y puede provocar una parálisis parcial o total. En el caso de Noah, la parálisis del brazo es total: tiene afectados todos los nervios, por lo que tampoco puede mover la mano. Con tan solo dos meses tuvo que someterse a una cirugía y, poco a poco, con la ayuda de la rehabilitación, va moviendo ligeramente el brazo, aunque no lo siente. La mayoría de los niños que nacen con esta lesión pasan por el quirófano (normalmente a edades muy tempranas) y prácticamente todos los casos de PBO requieren rehabilitación de por vida, asegura Mayoral. «Es muy importante la rehabilitación y la terapia ocupacional», indica.

Ahora las dificultades de Noah son principalmente las relacionadas con los juegos que requieren la utilización de las dos manos pero, como cuenta su madre, más tarde las limitaciones las encontrará a la hora de atarse los cordones de las zapatillas o abrocharse un botón. «Le costará un poco más que al resto pero lo terminará haciendo», dice. Mayoral confiesa que no se espera una recuperación absoluta pero no pierde la esperanza: «Trabajamos día a día para estimularle y que reconozca esa parte de su cuerpo».

Esta madre reconoce que antes de tener a su hijo nunca había oído hablar de la parálisis braquial obstétrica. No tuvo un embarazo fácil y creía que el momento de dar a luz sería menos duro que los nueve meses anteriores. Pero no fue así, el alumbramiento se complicó. «Jamás pensé en los riesgos que puede conllevar un parto», asegura Mayoral, quien lamenta, además, que los doctores en aquel momento no le informaron de esta lesión que había sufrido su hijo, sino que fue su hermana quien se dio cuenta de que el brazo estaba inmóvil cuando se dispuso a cambiar al bebé.

María Mayoral dio a luz en Madrid pero, a su juicio, en la mayoría de los hospitales no existen protocolos de derivación adecuados que guíen a los padres en estas situaciones. Cuenta que ella tuvo que buscar información y moverse por su cuenta para conseguir cita con un experto plexobraquial y poder operar a su hijo. Gracias a las redes sociales y a internet (donde encontró algunas páginas divulgativas con muy buena información sobre esta lesión), pudo asimilar y entender lo que le ocurría a su hijo. «Yo tuve la suerte de encontrar un grupo de Whatsapp de mamás que ha sido el mejor apoyo», dice.

Marcha solidaria

El pasado sábado 25 de septiembre, María Mayoral organizó la I marcha solidaria por la parálisis braquial obstétrica en la localidad segoviana de Labajos. Bajo el lema 'Tocaremos las nubes', este evento buscaba principalmente dar visibilidad a este tipo de lesiones, así como reivindicar una mejor atención a las mujeres durante el parto y denunciar las malas praxis que llevan a que algunos niños nazcan con esta parálisis. «Que se sepa que se puede evitar», dice tajante.

Durante la jornada, los casi 500 asistentes realizaron una marcha de 1,5 kilómetros animada por una charanga y después disfrutaron de una macarronada. Por la tarde, además, se colocaron hinchables para los más pequeños y se hicieron varias rifas. Los fondos recaudados con las inscripciones al evento (5 euros por persona) se destinaron a la Clínica Solidaria de la Fundación Doctor Soldado, un experto internacional en PBO que realiza diagnósticos sin ánimo de lucro en diferentes lugares del país y que, precisamente, estuvo presente el pasado sábado en Labajos pasando consulta a algunos niños.

Mayoral reconoce que llevaba mucho tiempo pensando organizar un evento así. «Me apetecía muchísimo encontrar un lugar de encuentro para las familias y poner mi granito de arena», relata. Eligió este municipio, de apenas 100 habitantes, porque su familia y su pareja son de allí: «Es un lugar tranquilo y me pareció el mejor sitio para hacerlo». Esta ha sido la primera edición de la marcha solidaria pero Mayoral confía en que se puedan hacer muchas más: «Mi idea es que haya segunda y tercera», declara, aunque supedita la celebración a los posibles apoyos de empresas y particulares que deseen ayudar a la causa. «Siempre que encontremos colaboradores, seguiremos haciendo esto y si se puede, más», concluye.

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