En el mes de mayo de 2021 se consumaba el descenso a LEB Oro de todo un clásico del baloncesto nacional como Estudiantes. Tras proyectos fracasados y fuertes vaivenes en la estructura del club, el presidente Ignacio Triana presentaba ayer en la sede al segoviano ... Pedro Rivero como piedra angular del proyecto que busca la resurrección deportiva. «Dije que teníamos que poner los cimientos», comenzaba la presentación; «y esos cimientos se iban a basar en un gran primer entrenador».
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El segoviano, que tras ascender a Zunder Palencia a la Liga ACB tenía opción de renovar de forma automática, decidía no ejecutarla para asumir un nuevo reto en LEB Oro. Una competición en la que, a pesar de su juventud y de una carrera todavía corta en los banquillos, se ha convertido en un especialista. Si como jugador logró ascender hasta en cuatro ocasiones, como entrenador ha logrado pelear por el ascenso en tres temporadas consecutivas. «Pedro reúne todas las características de lo que necesitamos como entrenador. Pedro tiene la experiencia. Pedro tiene el conocimiento. Pedro ha demostrado saber hacer y creo personalmente que tiene toda la ilusión del mundo por venir a Estudiantes», terminaba la presentación del segoviano Triana.
«Yo estoy ilusionadísimo con la llegada, motivado», comenzaba sus primeras palabras como entrenador estudiantil Rivero. «Creo que es un buen momento para dar este paso y con ganas de hacer el proyecto lo más ilusionante posible». Y es que, para dar este paso, el entrenador ha mantenido muchas conversaciones y siente que el club está en un momento de estabilidad económica y estructural como para responder al hambre deportiva que obviamente tiene.
Preguntado por si el objetivo era mejorar lo logrado con Palencia, algo que «está complicado» en palabras del propio entrenador; sí señaló que esa era la fórmula del éxito. «Lo que yo quiero es que el equipo se identifique. Queremos un equipo en el que cuando la gente venga al campo, sepa a lo que viene. Y yo creo que esos proyectos ilusionan». Tras mandar un mensaje muy directo a la afición, también en cierta medida ratificó las que deben ser las bases de un proyecto de futuro: ideas claras. «El objetivo cuál es, pues el que hay. ¿Cómo llegamos? Veremos cómo tiene que ser. Pero sin duda yo creo que en el horizonte está el identificarnos».
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Sin esperar a que se formulase la pregunta de porqué cambiar la posibilidad de entrenar en ACB por seguir en Leb Oro, Pedro Rivero decidía dar la explicación por sí mismo: «Lo que algunos hubieran hecho sería quedarse de cualquier manera. Este es un proyectazo, me gusta estar en un proyecto como este y me gusta poder formar parte de ello». Para ello, siempre con la palabra «proyecto» preparada en cada respuesta, Rivero entiende que es obligatorio hacer el mejor equipo de la competición o, al menos, estar entre los mejores. Pero, más que nada, «marcar una línea y no salirnos de ahí. Creo que esta liga es particular y una de las principales cosas que tiene es no dar bandazos». Mensajes directos e ideas claras de un entrenador segoviano que buscará, de nuevo, el camino para alcanzar con un equipo de gran historia la máxima categoría del baloncesto nacional.
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