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Segovia
Miércoles, 13 de febrero 2019, 20:49
El exalcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, aseguró este miércoles, tras declarar como testigo en el caso de las prejubilaciones de Caja Segovia, que no le habían preguntado cómo se pudo pasar de tener unos beneficios anuales de «entre 30 y 40 millones de euros» ... de beneficios a una deuda de 20.000 millones de euros, dos años después de su integración en Bankia. Arahuetes aseguró que aquí «alguien ha engañado a alguien» porque la Caja se fue al nuevo grupo bancario para obtener más de lo podría tener en solitario.
Arahuetes sostuvo que lleva más de siete años haciéndose estas preguntas y no ha visto que nadie, ni desde la Fundación de Caja Segovia, hayan exigido explicaciones a este respecto, de cómo tras la fusión se produjo «una quiebra» y pasara la entidad segoviana a compartir una deuda millonaria. Pedro Arahuetes no ocultó que este no era el objetivo de este juicio pero sí echo de menos que no le preguntaran por este asunto.
Los periodistas también le recordaron que su declaración de hoy poco había tenido que ver con sus declaraciones tras dimitir, en diciembre de 2011, como miembro del consejo de administración de Segovia al que calificó como «logia masónica». Arahuetes sostuvo que nadie le había preguntado por las razones de su dimisión y que él solo había venido a contestar las preguntas que le formularan todas las partes, los abogados de las acusaciones y las defensas, y «los pensamiento que yo tenga» o los que manifestara en su día, no tenía por qué reproducirlos sino «me preguntaban sobre ello».
El exalcalde de Segovia, y abogado de profesión, remarcó que sus compañeros había estado un tanto repetitivos en la formulación de las preguntas, que puede ser porque no estaban suficientemente atentos o qué formara parte de una estrategia para ver si preguntando varias veces lo mismo, daba una respuesta diferente.
Arahuetes también sostuvo que ve este juicio como «un proceso normal» dentro de la investigación para juzgar las prejubilaciones, pero sí opinó que de los que están pasando por la Audiencia de Segovia como testigos «sobraríamos el 99 por ciento», porque hubiera sido suficiente con el testimonio de tres o cuatro personas que formaron parte de la comisión de control y el consejo de administración. En su opinión, es «repetitivo» y «no sé si va a servir para mucho», pero «no me han llamado, he declarado y estoy tranquilo».
Pedro Arahuetes remarcó que se reserva la opinión que tiene formada sobre este juicio porque «la legalidad» no le corresponde dictaminarla ya que está en manos de los tres magistrados, que son los que tienen que decir «si ha habido o no delitos». Arahuetes señaló que tomó la decisión de marcharse del consejo de Caja Segovia por no estar de acuerdo con la forma en la que se había realizado todo el tema de las prejubilaciones, «el oscurantismo» y porque «no quería formar parte de un consejo de administración que no fuera claro y transparente».
El exalcalde de Segovia, junto con otros dos consejeros Bonifacio García y Fidel García, fueron los que solicitaron por escrito la petición de una reunión del consejo tras publicarse las cantidades concretas e individualizadas que iban a cobrar los directivos de la entidad. Arahuetes declaró que las decisiones «pueden ser legales» y se puede «votar a favor o en contra» pero, lo que está claro, es que «la información no se dio».
En su declaración como testigo, Pedro Arahuetes sostuvo, a preguntas de las acusaciones, que en los consejos los puntos del orden del día se daban de paso por asentimiento, que las «explicaciones eran correctas» y había «confianza plena», en los gestores de la Caja. Arahuetes remarcó que antes de noviembre de 2011, «no sabía nada de las cantidades exactas» ni de «cantidades individualizadas», ni tampoco sobre la póliza suscrita con Cáser por 17 millones de euros. Sobre este último punto dijo que «si lo estudié, no lo vi o analicé o no soy consciente de ello».
El exalcalde edil de Segovia sí acabo reconociendo que hubo «muchos asuntos», abordados en el consejo de administración, «que no estudié», aunque los consejeros disponían «24 o 48 horas antes» documentación sobre los puntos del orden día.
El abogado de IU, Alberto López Villa, le preguntó por la disminución de 347 a 125 millones de euros en la valoración de los inmuebles propiedad de Caja Segovia, a lo que Arahuetes le dijo que no podría entrar en valoraciones porque «no soy un experto en material inmobiliaria», y pudo ser por un cambio en las necesidades de dotaciones o de nuevos criterios del Banco de España
Los abogados defensores le preguntaron por los anónimos que recibió como alcalde de la ciudad con información sobre las prejubilaciones detalladas por directivos. Arahuetes declaró que apenas los leyó y tomó la decisión de llevarlo directamente a la Fiscalía porque «el que escribe un anónimo es un cobarde» y no le correspondía a él tomar la decisión, con lo que lo llevó al Ministerio Fiscal, sin comunicárselo a Caja Segovia.
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