El Peahis contempla una residencia y un párking en el recinto amurallado

El que tenía planeada su ejecución con más celeridad es el convenio para reordenar el entorno de las calles Antonio Machado y José Zorrilla, una intervención que contempla el derribo de varios inmuebles situados en el margen derecho de la calle Antonio Machado. En su lugar, se construirán nuevos edificios –más altos pero que ocupan menos superficie–, lo que permitirá convertir esta calle en una vía de doble sentido.

A estas alturas del año, el Ayuntamiento confiaba en haber ejecutado ya el derribo de los edificios afectados por el convenio, pero la falta de consenso con la totalidad de los propietarios ha retrasado varios meses la intervención. La alcaldesa de la ciudad, Clara Martín, explica que es un asunto que ya se encuentra en la comisión territorial de valoración, organismo que debe fijar un precio a abonar por el Consistorio por la expropiación del inmueble. Cuando se produzca, el Ayuntamiento abonará dicha cantidad y comenzará con la demolición del edificio.

Otro de los convenios en los que ya se ha avanzado es el que ha permitido que el Ayuntamiento pase a disponer de los terrenos situados entre la calle Los Vargas y la avenida Vía Roma, en la ribera del río Eresma. En este punto, el Consistorio pretende construir una nueva pista polideportiva, un proyecto que aún está en fase de definición. Las particularidades de la zona y la necesaria adaptación del terreno a sus nuevos usos demorará aún bastantes meses la ejecución del proyecto.

Uno de los convenios más llamativos incluidos en el Plan Especial de las Áreas Históricas es el que afecta a la calle Gascos. El proyecto contempla derribar el edificio situado en el número 1 de la calle y liberar el espacio público con el objetivo de sanear esa zona. El Consistorio también prevé dotar de edificabilidad a parcelas contiguas al centro de salud de San Lorenzo. La calle trasera –Los Novillos– se abrirá hasta la confluencia con Antonio Coronel y Gascos. Serían volúmenes bajos, en ningún caso llegarían a Vía Roma y se mantendrían las actuales laderas.

La alcaldesa, Clara Martín, explica que se trata de la ordenación de un área de regeneración urbana. Al no disponer el Ayuntamiento de la mayor parte de la propiedad del suelo, son los propietarios de los terrenos de ese entorno los que deben promover el área de regeneración. Por el momento, estos no han trasladado al Ayuntamiento su interés en desarrollar la zona, pero la alcaldesa confía en que se produzca pronto. «Esperamos que lo hagan lo antes posible», declara.

También depende de la propiedad la ejecución del convenio por el cual desaparecerá la gasolinera situada en la avenida Padre Claret, parcela que será aprovechada para ampliar el hotel Acueducto. Por su parte, el Ayuntamiento ganará metros cuadrados de titularidad pública para ensanchar la escalera que conecta Padre Claret con la calle Alamillo.

En principio, los planes originales de la propiedad del hotel eran ejecutar al mismo tiempo el desmantelamiento de la terraza –que no cumplía con la legalidad urbanística– y el derribo de la gasolinera para la posterior ampliación del complejo hotelero. Y aunque sí que se está ejecutando la retirada de la terraza, la alcaldesa de Segovia explica que «las consecuencias de la pandemia han hecho que no tengan la suficiente capacidad para hacer ahora mismo el resto de la inversión». No obstante, Martín no se muestra preocupada por esta circunstancia y recuerda que todavía hay margen de tiempo: «Están en plazo de poder ejecutarlo. Tienen ocho años desde el momento de la aprobación del plan».

Pendiente de llegar a un acuerdo con la propiedad está el convenio, también previsto en el Peahis, que permitirá acometer la construcción de una nueva residencia de estudiantes y de un aparcamiento para residentes entre las calle Donantes de Sangre, la travesía de Malconsejo y la calle Radio Segovia. «Es uno de los convenios más importantes para recuperar ese entorno urbano y generar aparcamiento subterráneo para residentes», indica.