La junta de gobierno local del Ayuntamiento de Segovia aprueba hoy el estudio de evaluación del impacto patrimonial del anteproyecto para la instalación de un ascensor urbano en el paseo de Isabel II. O en otras palabras, el Ayuntamiento avanza un paso en el ... camino para convertir en realidad uno de los proyectos seleccionados en la primera edición de los presupuestos participativos (2018): la construcción de un elevador entre la calle de San Millán, en el barrio del mismo nombre, y el paseo del Salón, que da acceso al recinto amurallado.
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El estudio, realizado durante los últimos meses por la Concejalía de Patrimonio Histórico en colaboración con las asociaciones de vecinos de San Millán y del recinto amurallado, la entidad Amigos del Patrimonio o la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, concluye que el grado de impacto en el patrimonio de la futura infraestructura, tal y como figura en el anteproyecto, es bajo. Así lo asegura la concejala de Urbanismo y Patrimonio Histórico, Clara Martín, quien subraya la necesidad de «garantizar que no se alteran los valores patrimoniales excepcionales» por los que Segovia fue declarada ciudad Patrimonio Mundial de la Unesco hace ahora 36 años.
En concreto, y según explica la edil, el anteproyecto sobre el que se ha realizado la evaluación de su impacto patrimonial contempla dos parametros. Por un lado, adecuar el Plan Especial de las Áreas Históricas (Peahis) para que figure el ascensor. Por otro, el elevador del centro comercial Almuzara, que servirá para lograr la «accesibilidad total» permitiendo conectar la calle San Millán con la calle Juan Bravo (en la Calle Real), previo paso por el paseo del Salón de Isabel II.
La aprobación del estudio es solo el primer paso de un largo camino que todavía queda por recorrer para que el ascensor pueda convertirse en realidad. Martín explica que el informe que aprueba hoy la junta de gobierno local será remitido primero al Ministerio de Cultura, que a su vez enviará el informe a la Unesco para que sea el equipo técnico del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) el que se pronuncie y haga una evaluación que sí que es vinculante. Es decir, si los técnicos del Icomos señalan aspectos del anteproyecto que suponen un alto impacto para el patrimonio y éste se lleva a cabo, Segovia se arriesga a perder su condición de ciudad Patrimonio Mundial. Por ello, su informe será muy tenido en cuenta por la Concejalía, que espera una evaluación favorable al anteproyecto. Además, el Ministerio de Cultura también podrá hacer aportaciones que serán tenidas en cuenta por el Ayuntamiento.
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La evaluación del impacto patrimonial que será remitida a Cultura y a la Unesco ha sido realizada por una empresa externa. «Queríamos que fuera lo más objetiva posible y no correr riesgos», indica Clara Martín, quien recuerda el impacto que tenía sobre el patrimonio el proyecto para la construcción de un aparcamiento subterráneo en el talud de Los Tilos.
Aprobada la evaluación del impacto patrimonial del anteproyecto, el Ayuntamiento espera ahora la decisión del Icomos «lo más pronto posible» para continuar con los trámites. Si la Unesco no pone pegas al mismo, la Concejalía de Patrimonio Histórico comenzaría a preparar la redacción del proyecto definitivo con la base del anteproyecto analizado. Si por el contrario Icomos señala algún aspecto a corregir o incorporar, «lo asumiremos», precisa Martín, quien espera tener redactado el proyecto definitivo del ascensor a lo largo de 2022.
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«No hemos podido correr más. Hasta que no hemos tenido todas las cuestiones técnicas para poder hacer el anteproyecto no hemos podido hacer este estudio. Vamos dando los pasos más lógicos para ser lo más garantistas posibles, pero sin parar», comenta. De hecho, añade que la modificación del Peahis necesaria para avanzar en el proyecto del ascensor será aprobada durante los primeros meses de 2022 en un paquete que incluye otras modificaciones.
No obstante, y pese a los avances en el proyecto, el ascensor no será una realidad como poco hasta 2023, pese a que en los presupuestos municipales de 2021 figuraba una partida de más de medio millón de euros para su construcción.
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El anteproyecto, realizado a principios de 2020 y evaluado durante los últimos meses por una empresa externa, contempla la construcción del ascensor a través de una torre y una pasarela posterior que lo conectaría con el elevador del centro comercial Almuzara. «Es el menor grado de impacto», subraya la concejala, que señala que el lugar sobre el que descansará dicha plataforma está situado junto a la fuente del paseo del Salón próxima a las escaleras que van a San Millán.
El objetivo del anteproyecto, que todavía es susceptible de tener modificaciones, ha sido evitar intervenir en el talud por la inconsistencia del mismo. «Interferir supone unos riesgos importantes», concluye Martín haciendo referencia a los estudios geotécnicos realizados en la zona.
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