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Desenfundaron el móvil y mantuvieron una distancia prudencial. Enfocaron la cámara y la siguieron en su 'paseo' por el corazón de Segovia. La cigüeña, que es una especie protegida, no opuso resistencia y se dejó grabar en su tránsito por el Azoguejo, a los pies del Acueducto, para luego enfilar la calle San Francisco con el séquito de curiosos detrás. Era el segundo avistamiento en menos de una semana. El otro fue en la avenida de Constitución, con la misma expectación de público.
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¿Qué hará una cigüeña aquí? ¿Habrá sido por el calor? Las preguntas tienen respuesta. Responsables del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Segovia explican que «estamos en época de cría, por lo que encontrarnos pollos de cigüeña, que se distinguen de sus padres en que aún no tienen el pico rojo, puede ser habitual». En los meses de junio y julio, principalmente, es cuando las pequeñas aves inician sus vuelos, apunta Luis Martínez, técnico de SEO BirdLife. Por lo tanto, lo que a los ciudadanos de a pie les pareció algo extraordinario, en realidad es más normal. Y es que en esas primeras pruebas en las que se alzan al vuelo no siempre aguantan y acaban aterrizando en el suelo, aunque el inesperado 'aeropuerto' sea el casco urbano.
Para las crías, esta temporada es «crítica», advierte el representante de la organización. «Algunas pueden tener problemas de falta de alimento y quizás no están en la mejor condición física», lo que les impide remontar el vuelo. Cuando tocan tierra y tratan sin éxito de elevarse, «hay que saber que se sienten en un medio hostil». Dan muestras de su debilidad cuando ni siquiera intentar huir ni defenderse, detalla el técnico de SEO Birdlife.
Luis Martínez
Técnico de SEO BirdLife
Martínez bosqueja una hipótesis. «Puede ocurrir que esté habiendo más casos fruto de las condiciones meteorológicas, con unos meses de febrero, marzo y abril especialmente secos, lo que ha podido limitar la alimentación» de los pollos. En mayo arreciaron las lluvias, que «si son persistentes pueden dificultar el vuelo de los padres», que tampoco surtieron a sus crías de demasiada comida. Así, más endebles, es posible que «el porcentaje de las que vuelen justitas de fuerzas haya crecido».
El técnico pide que, si se topan con una cigüeña a pie de calle, «no la acorralen, ni la agobien». Recomienda no hacerlas correr. «El estrés las bloquea y no saben salir del lugar donde estén», añade. El Servicio de Medio Ambiente indica que cuando se descubran a alguna de estas aves de 'paseo',, hay que llamar al teléfono 921417230 para que vayan agentes medioambientales por si estuviera en peligro.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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