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Han pasado más de seis meses y lo recuerda como un mal sueño, como una película de terror. Jesús Fernández relata su experiencia con el coronavirus. «No llegué a estar ingresado, pero lo pasé mal, empecé el día 12, 13 de marzo, creo que fui de los primeros. Me desperté a las cinco o seis de la mañana con fiebre, de 37,8º, 38º; al día siguiente me levanté y seguía con fiebre. Llamé a un teléfono de la Junta, me preguntaron si tenía fiebre, si tenía tos ( y sí, lo cierto es que tenía mucha), estaba muy cansado, me dolían los brazos, los hombros... Creo que el olfato no lo perdí, lo que sí perdí fue el apetito que no tenía ganas ni de comerme una pipa, con lo tragón que yo soy; perdí ocho o nueve kilos. No tenía ganas de comer nada. Siempre me preguntaban lo mismo, si tenía dificultades para respirar, y a veces sí que notabas esa sensación, pero creo que era más de la ansiedad que de otra cosa».
Su estado no mejoraba. «Al día siguiente estaba peor, con más tos, seguía con fiebre... no se me quitaba, así que otra vez llamé por teléfono. Más de lo mismo. Entonces llamé al médico de cabecera y lo que hicieron fue meterme en un programa en el que todos los días me llamaba un médico o una enfermera para preguntarme qué tal estaba. Yo no me tenía de pies, no quería estar más que en la cama, la fiebre no se me quitaba... Estuve 18 o 20 días con fiebre, de 38º, estaba matado, no tenía ganas de comer y eso sí que me preocupaba».
Las noticias que llegaban del entorno cercano no eran esperanzadoras. «Yo veía que había personas que estaban muriendo, que lo estaban pasando mal... era una angustia, así que tomé la decisión de no ver la televisión, de no ver los informativos, ni las ruedas de prensa de Fernando Simón, ni del presidente del Gobierno. No quería ni verlo».
Su mujer también sufrió las consecuencias del coronavirus. «Estuvo tres o cuatro días con fiebre, y con mal cuerpo y a mí no se me quitaba la fiebre. Seguía insistiendo. Y la pregunta, la misma. ¿Tiene usted problemas respiratorios? Les decía que no, lo que tenía era mucha tos, seca. A los 20 días, cuando la fiebre remitió, yo me quedé hecho una piltrafa, no me tenía de pies en la ducha. Intentaba salir a dar un paso por el patio y a los cuatro minutos me tenía que sentar porque estaba muerto. Es verdad que empecé a recuperar el apetito. Poco a poco, empecé un poco a andar y al mes, mes y pico ya conseguía andar 20 minutos o media hora. Lo pasé angustioso, creo que si me faltaba a veces un poco el aire no era del pulmón, era de angustia, de ansiedad, lo estaba pasando mal porque veía que no mejoraba y lo que oía de Segovia, lo que me llegaba... Lo pasé muy mal», dijo Jesús Fernández.
No tiene ningún reproche a los médicos. «Quejas de los sanitarios no puedo tener ninguna, han estado faltos de muchas cosas, apañarse como podían. No se puede culpar a nadie; nos pilló a todos de sorpresa. No soy el indicado para hablar, creo que han hecho lo que han podido porque nos pilló el toro a todo el mundo. He tenido la gran suerte de que no me ha dejado ningún tipo de secuelas, a Dios gracias. He vuelto a hacer casi mi vida normal, recuperé peso, me volvió el apetito...».
¿Dónde pudo contagiarse, dónde pudo coger el virus? «No tengo ni idea, sí que estuve en Madrid unos días antes, en un concierto, en la plaza de toros de Las Ventas, a lo mejor fue allí, pero no lo sé. Al principio pensé que era un catarro, un resfriado y tampoco le di mucha importancia», comentó Fernández.
Y ahora, de regreso a la 'nueva normalidad'. «Soy muy respetuoso con esta situación, uso mi mascarilla, mi distancia, las salidas las cuido mucho... pero la situación es muy complicada. Para mí esto es un agobio, muy angustioso, como el tener que llevar puesta la mascarilla las 24 horas del día como quien dice, aunque es absolutamente necesario. Pensaba hacer un viaje, pero no puedo, creo que está todo cerrado». Mi situación ahora es normal, pero la experiencia fue muy mala, horrible», añadió. «Esta 'nueva normalidad' es preocupante porque vayas donde vayas tienes que guardar todas las medidas establecidas (distancias...), como es lógico. Y creo que esto va a durar, un tiempo largo y llegarán las Navidades y a ver qué pasa... Lo que hace falta es que no retrocedamos y llegue pronto la ansiada vacuna. Es una 'nueva normalidad' un poco rara para mí. Pensaba que era una película, todavía no me he despertado porque esto lo he visto yo en películas. Fue horrible, y ojalá nos dure poco pero creo que vamos a estar así unos cuantos meses».
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