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laura lópez
Segovia
Domingo, 4 de octubre 2020, 11:31
Antes del estado de alarma, una empresa como Seur realizaba en Segovia alrededor de 950 expediciones de comercio electrónico por día de media, mientras que ahora lleva a cabo entre 1.500 y 1.600. Este fenómeno tiene que ver con el poso del ... confinamiento al que se vio abocado el país durante los meses más duros de la pandemia y las posteriores restricciones de movilidad, pero también a un hábito de consumo que ha llegado a la vida de los segovianos para quedarse, e incluso para seguir creciendo en el tiempo: «La gente lo ha probado y le ha gustado», analiza Andrés Tolmos, director regional de la Zona Centro de Seur, que abarca la Comunidad de Madrid y sus alrededores, también la provincia de Segovia.
El crecimiento «brutal» del comercio electrónico que ha impulsado la pandemia era el que tenían previsto que se consiguiera en dos años de forma paulatina, por lo que las circunstancias les han llevado a adaptarse rápidamente. En el caso de Seur, en Segovia han tenido que abandonar el centro logístico de Hontoria y mudarse a uno el doble de grande, en Valverde del Majano, con 1.400 metros cuadrados. También la plantilla se ha doblado para hacer frente al mayor volumen de pedidos, de unos diez repartidores a veinte.
En el corto plazo, las previsiones son excepcionales para este tipo de empresas, que prevén volver a tener un estallido de expediciones durante el Black Friday, a finales de noviembre, y durante la Navidad, a unos niveles similares a los que se vivieron durante el confinamiento, de hasta el ochenta por ciento en relación al año pasado.
Sin embargo, a pesar de haber experimentado un crecimiento tan vertiginoso, la facturación en comercio electrónico no ha crecido proporcionalmente debido a que, en el otro lado de la moneda, el servicio de mensajería y distribución a empresas ha bajado respecto al año pasado por la crisis de los comercios y de la hostelería. Durante el estado de alarma, este decreció en torno al sesenta o setenta por ciento respecto a los momentos previos al confinamiento y ahora, a queda se cifra en un 20% aproximadamente en relación a 2019. Sin embargo, el responsable de Seur asegura haber percibido una tendencia hacia la recuperación, pese a la incertidumbre que lo emborrona todo.
Como es este servicio a empresas, el llamado B2B, el que más ingresos suele generar a las empresas de mensajería, a pesar de que el volumen de trabajo ha crecido por el reparto a particulares, al final, la repercusión en los ingresos es un aumento aproximado del veinte por ciento. Sin embargo esta es una cifra que en Seur no dejan de celebrar con entusiasmo, dadas las circunstancias: «Somos de los afortunados», señala el director regional.
Atendiendo a otro tipo de servicios como el internacional, el responsable apunta que se ha experimentado un aumento similar al del resto de consumo de comercio electrónico, sin que hayan tenido problemas para mover mercancías de un país a otros de Europa, excepto algunos problemas iniciales con Italia, porque fue el primer estado de la Unión en ser foco de la enfermedad y vivió el proceso con más incertidumbres: «Estamos más preocupados por el Brexit en ese sentido, por si se endurecen las condiciones para el comercio internacional, pero el covid no ha sido un problema para eso porque las fronteras para eso han estado abiertas», relata.
A sus 22 años, Isabel Sanz lleva casi dos al frente de la tienda de ropa y complementos de mujer Coco Meneses, ubicada entre la plaza de Somorrostro y la de Santa Eulalia, en la capital. A pesar de su corta trayectoria, Isabel puede decir que ya ha pasado momentos muy difíciles como pequeña empresaria. Después de ver cómo sus ingresos mensuales se desplomaban y los gastos seguían prácticamente igual con la excepción del alquiler del local que su casero le perdonó, Isabel afrontó la desescalada con tenacidad y decidió apostar por la innovación. En la última semana de abril, Isabel abrió la ventana del comercio electrónico cuando aún había restricciones de movilidad y este tuvo una buena acogida, no sólo de personas de dentro de la provincia, sino de otras partes de España. Debido a las difíciles circunstancias, no se puede decir que fue un «desahogo», pero sí que le ayudó un poco a sobrellevar la entonces incipiente crisis.
Cinco meses después de haber creado el canal de venta digital, la joven se ha volcado en la promoción a través de redes sociales de sus productos, y continúa realizando entregas a diferentes partes de España, como Valladolid, Sevilla o Valencia. Aunque de momento, esta parte no supone la mayor parte de sus ventas, Isabel sabe que el futuro de su tienda está en las pantallas: «Sé que cuando tenga la web terminada y en funcionamiento al 100 %, voy a vender más por ella que físicamente».
Durante la última quincena de agosto y el mes de septiembre, ha percibido que el comercio tradicional está «flojo», una situación que achaca a que la gente aún tiene miedo de salir e irse de compras, y se lo piensan dos veces antes de entrar a una tienda. Isabel ha puesto todo de su parte para ofrecer garantías, con medidas de seguridad en el local y labores de limpieza como la desinfección exhaustiva de la ropa después de cada prueba por parte de las clientas.
Se puede decir que la joven empresaria tiene el corazón dividido, porque aunque trabaja en digitalizar su negocio, al mismo tiempo piensa que esto del comercio electrónico es, precisamente, lo que 'hunde' tiendas como la suya: «Lo que hay que hacer es apoyar el comercio tradicional, el físico, porque yo sí puedo tener posibilidades de entender más cómo llevar una tienda 'on-line', pero mi vecina, que es mayor, no va a tener ni idea. Además, es lo que da vida al barrio».
Desde el inicio de la pandemia, las empresas de mensajería han tenido que ir adaptándose casi de forma espontánea a las recomendaciones sanitarias que iban surgiendo para trabajar, con ciertas dificultades que fueron comunes a todos al inicio de la crisis sanitaria, como el acceso a los EPI. En un principio, la recomendación general a los repartidores es que minimizaran al máximo el contacto con el destinatario y dejaran el paquete en el portal, suprimiendo la firma de este.
Ahora, según Andrés Tolmos, se está implementado en la PDA que llevan los repartidores una tecnología nueva que permite a los trabajadores registrar los datos de los destinatarios si estos acceden con su móvil a un código QR. Otras de las características a las que se tuvieron que acostumbrar fue a dar prioridad máxima a los productos sociosanitarios: «Como servicio considerado esencial y que, por tanto, no paró durante los peores momentos, tuvimos que asegurarnos de que los productos sociosanitarios llegaban en el ciclo correcto. Si, por ejemplo, había que entregar medicamentos, estos tenían prioridad sobre la cinta de correr, que quedaba para el día siguiente o así, en casos de saturación».
La empresa estatal encargada de la prestación del servicio postal en España, Correos, no ha ofrecido datos ni accedido a dar entrevistas sobre el impacto de la pandemia en el volumen de las expediciones en Segovia, aunque informan de que también han adoptado las medidas de seguridad adecuadas a la situación sanitaria, como la instalación de mamparas y mecanismos de atención al público para evitar aglomeraciones en todas las oficinas y un protocolo para repartidores para evitar el contacto de los trabajadores con otras personas, en este caso sin firma del destinatario.
Correos ha destacado también que hace una semana, la empresa firmó un acuerdo de colaboración con la Diputación de Segovia para poner a disposición su plataforma de comercio electrónico, Correos Market, a los productores y artesanos de la marca de garantía de la Diputación Alimentos de Segovia con condiciones ventajosas, de forma que se pueda impulsar este modelo de negocio entre los productores locales. Este acuerdo nace de la intención de generar oportunidades de negocio en el mundo rural y combatir el reto demográfico, según aseguró el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, encargado de firmar el acuerdo: «Con ello queremos generar oportunidades para aquellos que quieran residir en cualquier punto del país, en igualdad de condiciones de los ciudadanos que se encuentran en entornos urbanos», afirmó durante el acto. Actualmente hay catorce productores de los sesenta adheridos a la red Alimentos de Segovia que han manifestado su interés por la plataforma.
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