Palazuelos de Eresma ultima el derribo del colegio Saint Michael

La necesidad de abrir un expediente para la demolición del Saint Michael School era «totalmente incuestionable», entiende el alcalde del municipio, Jesús Nieto. «Es una parcela que, según está, puede acarrear problemas tanto a nivel municipal y para los propietarios», añade. El centro educativo cumple casi dos décadas en estado de abandono. Fue en la década de 1980 cuando se fundó este centro educativo de carácter privado, pero bajo un nombre diferente. La Fundación Arenales tomó el testigo años más tarde y, a día de hoy, mantiene la titularidad.

Por los pasillos de este amplio colegio, que cuenta con una zona deportiva, piscina y hasta con una residencia, pasaron decenas de estudiantes. Su pasado nada tiene que ver con la actualidad del edificio, rodeado por maleza, con restos de basura en sus estancias, puertas arrancadas y cristales rotos.

«Es una ruina, está para tirarlo», remarca Nieto. Durante todo este tiempo, se ha constituido como «un territorio sin explorar» y escenario de gamberradas, asevera Lázaro. Esto ha llamado la atención de los adolescentes de la zona, que no han dudado en acceder a su interior pese a los riesgos esta decisión entraña. La parcela está vallada, pero «se puede acceder por cualquiera de los lados y los jóvenes entran», añade.

Todo «está arrasado», subraya. El vandalismo es protagonista en sus antiguas aulas y habitaciones, llenas de grafitis y restos de hogueras. En verano de 2021, se produjo un incendio que afectó a parte de la finca, ya que las llamas devoraron varios ejemplares arbóreos. No es la primera vez que los bomberos han tenido que apagar un fuego a esta localización del término municipal de Palazuelos de Eresma.

Esta situación ha desencadenado en numerosas quejas por parte de los vecinos, sobre todo de los residentes de la colindante urbanización Peñalara. «Al final lo que vamos a tener es un disgusto; hay agujeros en el suelo, las condiciones son tan penosas que cualquier día se puede caer un muro, un ladrillo o un sobretecho encima de los chavales que se meten», advierte el portavoz vecinal. De ahí que la propia agrupación reclamase la declaración en ruinas de este inmueble en 2017, pero la pandemia paralizó el proceso.

Los robos ocurridos a finales del pasado año, con una decena de inmuebles afectados, reactivaron la alarma por los futuros planes sobre estos terrenos. «Los residentes propusieron cerrar el camino de acceso lateral junto al colegio para una mayor vigilancia», especificó Lázaro. A su juicio, es urgente tomar parte sobre el problema para evitar «insalubridad» y aportar seguridad ciudadana. «Si se deja el solar vacío, se acaba el peligro; se impide a la gente que entre a drogarse o a trapichear», relata.

Las negociaciones con la propiedad se reactivaron unos meses antes. Finalmente, la solución por la que ha optado el Consistorio es por el derribo total del centro educativo. La Fundación, cuyo modelo de enseñanza se basa en la visión cristiana y que no ha realizado declaraciones sobre el proceso, tendrá que costear los gastos de estas obras, según explica Nieto.

En cuanto se apruebe el expediente, lo que se prevé para «la semana que viene» al estar tan solo a falta de «unas cuestiones», los titulares «tendrán que tomar medidas al respecto», indica el regidor. Aunque no se han detallado plazos concretos, «la intención es que la demolición se haga de forma inminente», asevera, a la vez que concreta que no hay posibilidades de rehabilitarlo o reacondicionarlo.

Una vez quede libre la parcela, cualquier interesado podría negociar con la titular una posible compra de los terrenos, que hasta el momento han estado en desuso. En cualquier caso, los futuros proyectos inmobiliarios tendrían que atender a una función educativa. «Ese es su uso, es un tema prácticamente imposible de cambiar», defiende.

El plan parcial urbanístico de Palazuelos de Eresma atribuye «unos metros cuadrados a los respectivos usos y seguro que ni se podría plantear un cambio de funcionalidad», manifiesta. El alcalde resuelve todas las dudas vecinales. «Podrán construir otro colegio o un centro de formación deportiva, pero más casas no se pueden hacer, eso está claro», concluye.