El banderillero segoviano Víctor Pérez Rodríguez. Mónica Rico
Víctor Pérez Rodríguez | Banderillero segoviano

«Pagar por ponerte delante de un toro no es muy digno»

El torero de plata repasa su recorrido por las plazas de todo el mundo y confiesa que «duele que en tu tierra no te reconozcan»

Mónica Rico

Cuéllar

Martes, 21 de noviembre 2023, 21:55

Cuando era niño, el banderillero segoviano Víctor Pérez Rodríguez, de larga trayectoria, observó que «en todo los pueblos había vaquillas». En aquel tiempo, el mundo del toreo «era más accesible», pronunció en las jornadas taurinas organizadas por la peña El Encierro de Cuéllar. Así ... comenzó su pasión por los toros, que eran protagonistas de cualquier festejo popular.

Publicidad

El torero de plata recordó sus días «rebeldes» en los que salía a todas las vaquillas de los pueblo. Gracias a su creciente afición, llegó a la Escuela Taurina de Duruelo, un tiempo que recordó con numerosas anécdotas, como la falta de autobús hasta el municipio. Junto a algún compañero, llegaban hasta Castilnovo y después continuaban el camino andando.

Ya por entonces no faltaban los tentaderos. «Si tenías afición de verdad, te buscabas las habichuelas», por lo que cuando viajaba, llevaba su muleta. También realizó un recorrido por su temporada en la escuela de El Espinar, y su época como novillero sin caballos, cuando «cortaba orejas todas las tardes, pero acababa reventado». Iba a por todas y el toro le revolcaba casi en cada pase.

Fue en 1997 cuando decidió hacerse banderillero. «Intento hacerme un hueco en esto dignamente y pagar por ponerte delante de un toro no es muy digno», aseguró Pérez, tras contar que algunos padres de conocidos habían gastado incluso millones de pesetas para que sus hijos pudieran torear y aparecer en algunos carteles. «Ser profesional quiere decir que tú vives de tu profesión, tienes que luchar porque eso te dé de comer, no te tiene que costar dinero», señaló.

Publicidad

Fue crítico con quienes se aprovechan de los jóvenes que inician su andadura y destacó que, cuando lo único que buscan los empresarios es llenarse los bolsillos, «es muy complicado que una feria salga bien». Todo ello cuando hay personas de grandes cualidades «que se han quedado en el camino por no tener dinero o compadreo, o porque te cierran las puertas». El banderillero puso de manifiesto que uno de los problemas de la profesión es que «no somos capaces de ver nuestras limitaciones», sin olvidar que en la plaza hay un riesgo que siempre está presente.

Inicios

Cuando Pérez decidió formarse como banderillero, se marchó a Madrid y comenzó a trabajar con César de la Fuente como mozo de cuadras, hasta que llegó un momento que el propio rejoneador le pidió que le acompañara como banderillero. Con él vivió «la grandeza del toro», hasta que decidió retirarse, lo que también marcó la carrera del segoviano, que pocos meses después abandonó la profesión.

Publicidad

«La amo sobre todas las cosas», aseguró Pérez, pero empezaron a ofrecerle menos dinero «y comencé a cogerle asco; me quité». «Estuve un tiempo que no quería ver toros ni en la tele», declaró, aunque tres años después decidió regresar. Se puso en forma, hasta convertirse en una de las caras más conocidas de los ruedos, recorriendo las principales plazas, y no solo del país.

En todas ellas ha llevado el nombre de Segovia por bandera. «Me conocen como Víctor el segoviano», si bien confesó que durante años le ha dolido «que en tu tierra no te reconozcan», pues veía cómo entregaban premios a otros toreros, novilleros o subalternos, mientras que a él le ninguneaban, cuestión que ha cambiado en los últimos tiempos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad