«Me gustaría que fuera la última víctima en la travesía», clama el hijo de Manuel Gea

«Da igual las precauciones que uno ponga para poder ‘vivir’ en la travesía de San Rafael, porque la cantidad de vehículos que soporta es propia de una gran ciudad y no de un pueblo de mil habitantes», explica Juan Manuel Gea, quien pide soluciones como las adoptadas por la Comunidad de Madrid en Guadarrama. Gea afirma que «la gente mayor tiene miedo de salir a la calle. Cada fin de semana sufrimos el corte y eliminación de semáforos reguladores de pasos de cebra, ya que Guardia Civil de Tráfico decide que hay que eliminar este obstáculo a los vehículos y los desconecta». El peatón, explica, tiene que confiar «en la buena voluntad de los conductores y pasar cuando uno se cerciora de que estos han parado y el riesgo es menor, que no nulo, ya que siempre puede venir otro coche y golpear por detrás al que ya está parado y hace lo correcto».

«A mi padre ya no me lo va a devolver ningún cambio en la travesía, pero sí me gustaría que fuera la última víctima y que fuera el punto de inflexión para que la travesía fuera un lugar habitable y disfrutable por la población y no un calvario, como es a día de hoy».