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Los conductores que durante los próximos días quieran subir desde el entorno del Acueducto hacia la zona sur de la ciudad tendrán que buscar una ... ruta alternativa a la avenida Padre Claret. No les resultará extraño, ya que utilizar itinerarios distintos a una de las principales vías de acceso al centro de la ciudad se ha convertido en costumbre para los conductores segovianos (y también para los turistas). De hecho, desde 2009 han sido catorce las intervenciones ejecutadas en la avenida que han requerido algún tipo de restricción de la circulación.
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La avenida Vía Roma y la calle San Gabriel han vuelto a ser, una vez más, las vías encargadas de soportar el tráfico que normalmente circula por Padre Claret. También de las diferentes líneas de autobús urbano que habitualmente encaran la parte inicial de su recorrido por esta vía. Sí que pueden, tanto turismos como autobuses, utilizar Padre Claret en sentido bajada para llegar hasta la plaza de Artillería, ya que los trabajos se concentran, por el momento, en el carril derecho de la calle en sentido subida.
La actuación que desde este miércoles ejecuta la empresa encargada de las obras de reurbanización llevadas a cabo entre los pasados octubre y abril persigue solucionar los desperfectos que han surgido en la calzada desde la reapertura de la calle. A las pocas semanas del fin de los trabajos, en distintos puntos del tramo comprendido entre la plaza de Artillería y el cruce con la calle Soldado Español se observaron los primeros baches y blandones que el Ayuntamiento de Segovia ha requerido su reparación. Al estar en periodo de garantía, la empresa los ejecuta sin un coste a mayores para las arcas municipales.
Sin embargo, en el Ayuntamiento de Segovia no descartan que en un futuro sea necesario volver a intervenir a Padre Claret. Aunque la reurbanización de la calle ejecutada el pasado invierno tenía como principal objetivo poner fin a los problemas de baches que sufre la calle desde 2009, la experiencia de los últimos catorce años invita a pensar en la posible necesidad de acometer nuevas actuaciones de mejora.
El origen de las constantes intervenciones -a un ritmo de una al año- en Padre Claret está a finales de la primera década del siglo, cuando se construyó el aparcamiento subterráneo ubicado bajo la calle. Además, según apuntó en invierno el entonces concejal de Obras, Miguel Merino, también se debe a un «fallo de cálculo» en el tránsito de vehículos que circulan por la zona.
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