Pablo Llamas, 20 años después de Nadal

Llamas y Escoffier llegaban a la final sin haber concedido ni un solo set en las rondas anteriores. Un anticipo del partido tan igualado que les esperaría a los aficionados.

El español necesitó siete bolas de partido para vencer a su oponente en un encuentro duro, intenso e igualado de principio a fin en el que la grada no paró de animar al jugador andaluz en los momentos de mayor tensión. El primer set fue muy disputado. Prevalecieron los errores sobre los aciertos y sin ninguna rotura de saque, lo que propició que se llegara al 'tie break'. Al joven jugador español le pesó un poco la situación frente a un rival más veterano y con más experiencia, pero logró sacar adelante la muerte súbita

En el segundo set los tenistas soltaron los nervios que les habían atenazado y elevaron el nivel de intensidad con intercambios más apretados, intencionados, largos y con más acierto respecto a la primera manga del partido. En este segundo set, Pablo Llamas pudo solventar aquellas situaciones en las que sufría, como en los saques de Antoine Escoffier frente al revés a dos manos.

En cuanto a los vencedores del resto de categorías de esta edición del Open de Tenis de Castilla y León, Maria Bondarenko se coronó en el cuadro femenino. Osborne y McAdoo triunfaron en los dobles femeninos, mientras que la pareja formada por Added y Herbert lo hicieron en el torneo masculino. En la modalidad de cadetes, que regresaba este año tras la pandemia, Jorge López fue el campeón masculino y Nahia Sánchez Marín venció entre las chicas.

Pablo Llamas se une así a un palmarés en el que figuran, entre otros los españoles Rafael Nadal, Fernando Verdasco, Pablo Carreño, Feliciano López, o Pepo Clavet, que en 1986 estrenó la orla de victorias de este torneo espinariego.