Ocho centros conforman el mapa de riesgo en Segovia por agresiones a sanitarios

La organización reclama, una vez más, medidas preventivas y más seguridad en los centros que registran más agresiones. Asimismo, recuerda a la población que «insultar, amenazar y agredir a un sanitario como es la enfermera es delito». En este sentido, subraya que estos trabajadores sanitarios están considerados autoridad pública.

Cada dos años, la Dirección General de Profesionales del Servicio de Salud confecciona una relación de centros calificados como conflictivos en función de los datos ofrecidos por el Registro de Agresiones y a tenor de una serie de criterios basados en el número de ataques registrados y si son verbales, como amenazas, vejaciones, humillaciones o insultos, o si van más allá y derivan en una agresión física.

El conocido como mapa de riesgo en la provincia de Segovia, elaborado con la información recabada en los años 2022 y 2023, revela que los centros de salud más problemáticos en la Atención Primaria, sobre los que «hay que extremar el seguimiento», tal y como demanda la responsable de Satse, son los de Cuéllar; los tres urbanos de la capital (Santo Tomás, La Albuera y San Lorenzo); Nava de la Asunción; El Espinar; San Ildefonso-La Granja, y el consultorio local de Navas de Oro. Por la conflictividad que han sufrido en los dos últimos años, también figuran en el mapa los servicios de Urgencias, la unidad de Psiquiatría del Complejo Asistencial, los módulos penitenciarios, y todas las unidades medicalizadas de emergencias sanitarias.

Tanto la selección de los centros como los datos del Observatorio de Agresiones ponen de manifiesto que la mayoría de los conflictos se localizan en el primer nivel asistencial, el que trabaja más próximo con el ciudadano. Así, el citado órgano autonómico da cuenta de trece agresiones en el ámbito hospitalario durante el pasado curso, mientras que 31 se produjeron en centros de salud y consultorios. Es decir, siete de cada diez.

En lo que va de 2024, los números facilitados por Satse revelan un aumento ligero en la proporción de las agresiones que han tenido lugar en la Atención Especializada. De los 39 casos, veintitrés fueron en Primaria y dieciséis los padecieron personal que trabaja en el complejo hospitalario, lo que supone un 41%. Además, una de cada tres víctimas de estos ataques fueron enfermeras, matiza la central profesional. Hay que recordar que 2022, por desgracia, resultó negro puesto que las agresiones a profesionales de la sanidad alcanzaron el máximo histórico en la provincia.

El sindicato Satse en Segovia llama la atención sobre la solicitud por parte del profesional agredido de la iniciación de un expediente administrativo sancionador contra el agresor en 21 de las 39 agresiones registradas en lo que va de año. Esto está contemplado en el procedimiento de Sacyl de prevención y gestión de las agresiones externas en los centros e instituciones sanitarias de la Gerencia Regional de Salud y es la Dirección General de Salud Pública quien emite las resoluciones sancionadoras e informa a la gerencia correspondiente.

La organización considera «indispensable promover una cultura y conducta de confianza, respeto y seguridad en las relaciones entre los profesionales de los centros sanitarios y los usuarios de estos».