El Ayuntamiento de Segovia estima que las obras de trazado y construcción del carril bici que atravesará la ciudad podrán empezar la primera semana de noviembre, a la espera de definir el plan de seguridad. El concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, Miguel Merino, no ... ha concretado el lugar donde comenzará la intervención, entre otras cosas porque aún no está definido. «Lo estamos estudiando porque habrá que compaginarlo con otros trabajos que se están ejecutando en distintos puntos. No nos gustaría colapsar un determinado lugar con varias obras a la vez», explica Merino, poco amigo de establecer plazos y adelantar planes, consciente como es de la complejidad que entraña acometer una obra y de los palos en las ruedas que está poniendo la escasez de suministros.
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El carril bici, presupuestado con cargo a los remanentes de tesorería, es una demanda histórica de la ciudad. El proyecto 'Carrilcity' recorrerá buena parte del casco urbano. La línea de movilidad para bicicletas y patinetes unirá el barrio de Nueva Segovia y el Hospital General con un itinerario que cruzará la avenida de la Constitución, la plaza de la Universidad, la calle Blanca de Silos, la plaza de Somorrostro, las calles Independencia y Los Coches y la avenida del Acueducto, para acabar en la calle 3 de Abril. La obra tiene un gasto previsto de 400.000 euros y un plazo de ejecución de tres meses, aunque la fecha tope, teóricamente, sea el 31 de diciembre, día que deberían estar terminadas las llamadas 'obras de los remanentes'.
Falta poco más de dos meses para el 31 de diciembre, plazo en el que deben estar ejecutadas las obras con cargo a los remanentes de tesorería, aunque, en caso de que algo quedara pendiente, el dinero correspondiente no se perdería, y tampoco computaría como deuda. Las obras marchan, no sin problemas, en palabras del concejal Miguel Merino. El retraso en la entrega del material, a su vez causada por la escasez y falta de suministros, es el principal escollo. «Lo estamos viendo todos los días en las noticias, que reiteradamente hablan de retrasos, de prórrogas en las subvenciones... Si en una obra siempre hay problemas y broncas, en esta situación hay más tensión si cabe», admite el edil. El sector de la construcción goza de buena salud. Hay dificultad incluso a la hora de encontrar empresas. «En la licitación que hemos hecho para la renovación de redes en la carretera de Villacastín solo se han presentados dos candidatos y lo han hecho sin apenas baja económica. Es un indicador de que las empresas están en un momento de mucha actividad», cuenta Merino, que no pierde el sueño por el porcentaje de obra ejecutada ni por la fecha límite del 31 de diciembre. «El Ayuntamiento va a destinar casi 10 millones de euros a un proceso que tenía dos objetivos: inyectar inversión para reactivar la economía y mejorar la ciudad. Y, en este sentido, el objetivo se está cumpliendo, si es que no está conseguido ya, porque la construcción está funcionando a pleno rendimiento, aunque haya problemas para la ejecución de las obras», señala.
Los plazos, pues, están condicionados por la situación del mercado y afectan de lleno al cronograma de las obras. Lo ocurrido durante la construcción del centro cívico de Nueva Segovia, que acumula un retraso de varias semanas por la falta de material, refleja bien la situación.
El nuevo vial será, sin duda, la intervención más llamativa de todas las que se están ejecutando en esta recta final de año. El resto de las obras marcha, algunas con más rapidez que otras, y siempre condicionadas a una escasez de materiales que está perjudicando seriamente los intereses municipales. El arreglo de la avenida Padre Claret es el ejemplo más claro. No hay adoquines, al menos los que requiere el proyecto, y tampoco fecha para empezar a intervenir. «Seguimos negociando con la empresa para dar un margen o para lo que haga falta. Lo que no podemos es rescindir el contrato de manera unilateral y que la obra se aplace 'sine die'. Ellos están buscando proveedores, y no hemos dejado mover una piedra hasta que tengamos la garantía de que los adoquines estarán en tiempo y plazo», afirma Merino. También hay problemas con la empresa que ha ejecutado el arreglo de las aceras de la avenida de la Constitución. La dirección técnica está supervisando todo el material que llega, farola a farola.
En el plano positivo figura, por ejemplo, la restauración del puente de la alameda del Parral, que probablemente concluya dentro de unos días: «La retirada de áridos del ojo izquierdo ha sido un acierto. La Confederación del Duero nos ha dicho que lo dejemos abierto y que repartamos los áridos por el cauce, y es lo que se está haciendo. La intervención terminará en el plazo de una semana».
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Los trabajos continúan en otros lugares, como las calles Tomasa de la Iglesia y Agapito Marazuela. En la primera, la ejecución de las aceras empezará esta semana, y en la segunda, que hace unos días fue noticia por un escape de gas, todavía queda trabajo. «Es una obra larga y profunda», advierte el concejal. Aunque con un retraso de dos o tres semanas, la ampliación del centro cívico de Nueva Segovia sigue su curso, y en el cementerio ya se ha construido la nueva pared de nichos, aunque faltan las cubiertas y el arreglo de los caminos, lo que se acometerá después de los Santos. Las intervenciones en los colegios están terminadas, y el asfaltado de calles se abordará durante la segunda quincena de noviembre.
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