Rotonda del paseo de Santo Domingo de Guzmán y Doctor Velasco. A. Tanarro

La obra de la SG-20 colapsa calles de la capital segoviana con hasta 11.700 vehículos diarios

Vías como Conde Sepúlveda, Ezequiel González y San Gabriel están saturadas y se calcula que el tráfico por la ciudad ha crecido más de un 20%

Domingo, 25 de noviembre 2018, 15:11

Las quejas arrecian. La valoración es «negativa», reconoce el concejal de Tráfico y Transportes, Ramón Muñoz-Torrero. Corrobora así los comentarios de vecinos y visitantes, de taxistas y transportistas. En definitiva, de quienes circulan por la ciudad en coche. Sobre todo si tienen ... que cruzarla de parte a parte. Vía Roma, la calle de San Gabriel, Padre Claret y Carretera de San Rafael canalizan un tráfico mucho mayor que antes de que comenzaran las obras para desdoblar la SG-20. El aumento de la densidad del tráfico es real «en toda la ciudad». También en el otro eje, el del lado sur, desde la calle 3 de Abril (antigua carretera de Ávila) hasta Obispo Quesada, la calle Guadarrama y el Vial Interpolígonos. Y seguirá con problemas al menos hasta enero, siendo optimistas hasta finales de año, cuando se espera que mejore el tráfico. Hasta que vuelva a ser 'normal' la salida de la ciudad hacia la autopista AP-61 y la carretera N-603, cortada el pasado verano. Porque los datos revelan que el tráfico interior ha aumentado, al menos, un 20% desde que comenzaron las obras de la circunvalación. Para probar o por despiste, esta semana ha llegado a verse un camión tráiler con dos remolques cargados de automóviles parado en la plaza de Artillería.

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La solución total, que la circulación con los incrementos lógicos por la evolución de la ciudad recobre la normalidad, es «difícil». El tráfico interior continuará siendo incluso tortuoso en las horas punta, con retenciones en San Gabriel y una mayor densidad de la habitual en las entradas a la ciudad, tanto desde la AP-61 y la N-603 como por la N-110 desde Torrecaballeros, la A-601 o la antigua carretera de Arévalo. Los conductores prefieren adentrarse en el tráfago urbano antes que circular por la SG-20, porque está extendido el rumor de que la carretera de circunvalación está cortada, aunque no sea real. Cortes se producen, pero son transitorios, y la SG-20, con limitaciones, está abierta al tráfico en los dos sentidos. Aunque es cierto que también en esta vía hay retenciones.

Después del verano, con el comienzo del curso escolar y de los tránsitos de los padres para llevar a sus hijos a los colegios, la problemática ha ido creciendo. El Ayuntamiento decidió entonces estudiar el alcance, el aumento de la densidad del tráfico, y la Policía Local instaló aforadores para realizar las mediciones. Los resultados provisionales apuntan a que el tráfico interior ha experimentado un incremento «importante», probablemente por encima del 20% a pesar de que, al no existir mediciones anteriores, no puede establecerse una comparativa real.

Mediciones

Julio Rodríguez, intendente jefe de la Policía Local, señala que los aforos medidos desde el pasado 30 de octubre muestran en Vía Roma una entrada media de 7.900 vehículos al día, y una salida de 5.900, con un descenso significativo los fines de semana. Pero es la calle de San Gabriel la que ha llegado a la saturación: entre semana, el registro arroja una cifra de alrededor de 11.700 vehículos diarios en sentido ascendente y otros tantos de bajada, y Rodríguez precisa que esta densidad de circulación «para este tipo de calle es elevadísima».

La consecuencia inmediata son las retenciones en Vía Roma y, sobre todo, en San Gabriel en ambas direcciones, y en los picos horarios que coinciden con las entradas y salidas de los colegios, en los centros de trabajo y en los comercios. La Policía Local ha comprobado que estas puntas de intensidad del tráfico se producen entre las 7:45 y las 9:00 horas, con un descenso luego hasta las 10:00, cuando vuelve a aumentar un poco, y desde las 13:45 hasta las 15:15 horas. Por la tarde la mayor densidad de la circulación se da entre las 19:00 y las 20:30, hasta las 21:00. En el eje que comprende la calle 3 de Abril, desde la rotonda de Ezequiel González, con este paseo, Conde Sepúlveda y Obispo Quesada el cálculo que hace el jefe de la Policía Local indica que «el tráfico ha aumentado también por lo menos un 20%», si bien en estas vías se van a realizar los recuentos de aforos en las próximas semanas. En estas calles por el momento no se producen retenciones, pero Rodríguez estima que «ya son vías saturadas de tráfico».

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Transporte público

Medir los aforos es la primera medida. La está realizando la Policía Local por encargo de la Concejalía de Tráfico y Transporte para estudiar qué otras se pueden tomar. Una de las primeras decisiones ha sido reforzar los servicios de la Policía Local en varios lugares en las horas punta, y otra probable será una campaña para fomentar el uso del transporte público y recomendar que el vehículo privado se utilice lo menos posible.

Es una recomendación lógica, pero de cierta complejidad, dado que los autobuses urbanos no llegan hasta el corazón del recinto amurallado, debido a las obras de San Juan, y también a que un porcentaje muy alto del tráfico de entrada procede de los municipios del alfoz, de la gente que vive en los pueblos y trabaja en la ciudad. El jefe de la Policía Local recalca que «una solución al tráfico privado interior es el transporte público, que es más barato que utilizar el coche propio y no tiene problemas de aparcamiento». Comenta Muñoz-Torrero que «con estas recomendaciones, normalmente la gente reacciona, pero este caso es especial porque el tráfico no es tanto de gente de la capital como del alfoz o de viajeros que llegan desde Madrid, Valladolid o por la carretera de Ávila que están obligados a buscar una entrada. Y quienes llegan por la carretera N-110 no tienen más remedio que pasar por el centro».

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El aumento del tráfico «se debe sobre todo a eso», asegura el concejal. A que «los ciudadanos reaccionan ante las circunstancias y buscan vías alternativas», añade. Y precisa que «una calle que se utiliza mucho es la de Guadarrama, la principal entrada al polígono El Cerro desde la ciudad, y también el Vial Interpolígonos e incluso la carretera de Villacastín para tomar las salidas hacia Madrid».

Refuerzos

La situación la califica Muñoz-Torrero «no tanto como desastrosa, pero sí molesta». Y reconoce que incide de forma especial en el bienestar de los vecinos de las zonas más saturadas, los de la calle San Gabriel, Vía Roma y, en menor medida, los de Ezequiel González y Conde Sepúlveda. Sí están en marcha los refuerzos de servicios de Policía Local para paliar en lo posible las retenciones en las horas punta. Los agentes se centran en los horarios de entrada y salida de los colegios y en los accesos a estos, que tienen prioridad por motivos de seguridad vial, explica Julio Rodríguez. También ha sido reforzada su presencia en la rotonda de entrada a la ciudad por la carretera de San Rafael, la de la Choricera, y en la de Ezequiel González a la altura de la Comisaría, donde se produce un tráfico intenso por la mañana a la hora de entrada de los trabajadores y usuarios al Hospital General.

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Otro refuerzo está en el arco de San Cebrián, conectado con la rotonda que canaliza el tráfico entre el paseo de Santo Domingo de Guzmán, Cardenal Zúñiga y Doctor Velasco, que ahora, durante las obras de San Juan, es el principal acceso al recinto amurallado. Y su fin es »vigilar el tráfico y acelerarlo de la mejor manera posible para que no se produzcan retenciones», dice el concejal. Aunque ocurren.

En esta parte de la ciudad, si la empresa Viales Padasilma ejecuta la reurbanización de San Juan en los plazos comprometidos por la concejala de Obras, Paloma Maroto, la situación puede mejorar en los próximos meses y estar resuelta en enero. Sin embargo, los problemas en el resto de las vías pueden todavía prolongarse bastante, aunque mejoren en enero si, como esperan las administraciones, se reabren las conexiones de la SG-20 con las carreteras hacia Madrid.

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La densidad se extiende

Mientras tanto, como advierte el gerente de Asetra, Fernando García, los transportistas siguen tratando de acortar los recorridos, no tanto en kilómetros como en tiempo, cuando el Vial Interpolígonos está también rozando la saturación de su capacidad y tienen que buscar rutas alternativas, pues ahora para salir hacia Madrid son desviados hacia el cruce de Perogordo. «Los conductores de transporte están disconformes con los rodeos, con el aumento del tiempo de viaje y del consumo de combustible, y también porque a determinadas horas el vial Interpolígonos está muy cargado de tráfico», indica García. Una de las alternativas para salir hacia Madrid, muy utilizada por quienes proceden de la autovía A-601 es ir por Torrecaballeros a La Granja de San Ildefonso y de ahí por la carretera de Robledo a la N-603. Por eso la carretera de Robledo ahora tiene mucho tráfico de pesados.

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