El ahora o nunca del Turégano tras tres ascensos frustrados

Tras dejar su ficha libre como defensa y hacerse cargo del banquillo tras la destitución a mitad de temporada de Paco Maroto, Duque ha pasado de solución de emergencia a liderar un proyecto desde el banquillo. «Si no es la última, es la penúltima temporada en la que el Turégano puede comprometerse de forma profesional con las condiciones actuales». Los esfuerzos de la directiva, cuya continuidad no está garantizada, o la situación laboral de la plantilla. A eso se une la efeméride: 75 campaña de la historia del club. «Y por no quedarme con la espina. Ya que hicimos el 'play-off' y no conseguí el objetivo, quería tomar decisiones desde el inicio para ver si verdaderamente iba en la dirección correcta o simplemente era un espejismo producido por la euforia de estar yo entrenando».

Esa es la incógnita que deberá responder el cuadro segoviano, que volvió a terminar la temporada con la flecha para arriba y disputó su tercer 'play-off' de ascenso seguido en un curso marcado por el histórico partido de Copa ante el Celta y el bajón posterior. Duque habla de «invertir el cien por cien de los recursos», por ejemplo, renovando el césped de El Burgo, una labor acometida durante una pretemporada en la que solo han jugado un partido como locales, un empate ante la Cistérniga (1-1). O plantear la preparación más exigente de la trayectoria de un grupo que empezó a trabajar el 1 de agosto.

Que un equipo de Regional haga seis semanas de trabajo previo sin cobrar un duro habla a las claras de su compromiso, por mucho que la planificación haya respetado fines de semana. «Nos ha permitido tener a rivales con los que otras temporadas no hemos podido competir. Eso te dice a nivel deportivo en qué punto se encuentra la plantilla». Con apenas cinco entrenamientos, fueron a Tordesillas y ganaron 1-2. «Lo más importante no es el resultado, sino que ganamos haciendo exactamente lo que planteé. Me reafirmó en la decisión».

La pretemporada nómada continuó con encuentros ante el juvenil nacional de la Segoviana en césped artificial –victoria por 0-2– antes del compromiso más complejo, visitar a la Arandina, un duelo en el que cayeron 3-2. «Fuimos superiores en muchísimas fases del juego ante uno de los que va a estar arriba en Tercera RFEF. Incluso yendo 3-0, era el partido con diferencia en el que más contentos salimos todos». Un calendario que se completó con la visita al Mojados (1-1). «Conseguimos llevar 18 jugadores el viernes de fiestas». Otro síntoma de compromiso. Y con una victoria ante el Betis (1-0) en un partido jugado en Cuéllar.

Quizás el comodín del ascenso sea el acuerdo de filialidad firmado con la Gimnástica Segoviana. Duque no esconde los réditos de Rober Cadenas y Pichu, en dinámica con el primer equipo. «El convenio está valiendo, están con un ritmo competitivo muy alto». Ambos tienen ficha del Turégano y la gestión de su preparación será semanal, una coordinación entre cuerpos técnicos para que tengan un día de descanso y entrenen un día con el equipo de Regional si van a jugar con el equipo el fin de semana. No sería necesario si van convocados con los azulgranas.

«Si hicieran falta más jugadores en dinámica, por mí no hay problema. Nos beneficia a ambos. Ellos son capaces de generar entrenamientos con mayor competencia y yo me puedo aprovechar de que mis jugadores metan ese ritmo en mi liga». En su plantilla hay otros sub-23 como Javi, Miguel Pérez y Manu. «Yo quiero dar a mis jugadores la facilidad de proyectarse en una categoría más alta. ¿Cómo me voy a negar? Era el año perfecto para hacerlo y quizás asentar la base de un proyecto serio». Que la Sego se consolide en Primera RFEF es una pata; la otra, que el Turégano ascienda y reduzca en una categoría la brecha de tres que ahora mismo los separa.

El grupo de amigos repite un año más, con apenas tres bajas y tres altas. Se suma un cuarto central, Sergio Prieto, conocedor de la categoría como capitán del Unami. El enfoque de Duque es lograr el ascenso –sin mencionarlo– puliendo la preparación, desde el estudio del rival a la física. «No me vale ganar un partido habiendo dado el 90%». La fórmula de una temporada llena de victorias evitaría el 'play-off', el peaje en el que han languidecido los suyo. Solo el campeón del grupo asciende de forma directa y Duque señala al Colegios Diocesanos, descendido desde Tercera tras lograr el título en 2023, como principal rival en una liga con cinco equipos de Soria –entre los que espera sorpresas–, tres de Burgos –una provincia que no sabe si queda debilitada o fortalecida por el ascenso del Briviesca y la desaparición del Lermeño–, el Villamuriel como referente palentino y el Coca como debutante segoviano.

Duque habla como estratega, pero ¿sigue siendo futbolista? «Muy buena pregunta. Ahora mismo, soy entrenador al cien por cien. No hay otra lectura. No me cierro la puerta a volver, simplemente he prolongado mi excedencia».