La estudiante eslovena Masha Gulic, impulsora de la iniciativa, posa junto al Acueducto. A. de Torre

Las nuevas generaciones de rotarios

Un grupo de estudiantes de IE University se presentan hoy como parte de la comunidad Rotary

luis javier gonzález

Segovia

Viernes, 4 de mayo 2018, 13:56

Cuando la eslovena Masha Gulic acabe sus estudios de Arquitectura dentro de unos meses podrá esgrimir su legado. Tras años intentándolo, el compromiso de esta estudiante de IE University ha sido clave para la creación del primer grupo de jóvenes de Segovia en la comunidad Rotary, una sociedad centenaria que realiza eventos para ayudar a colectivos necesitados. El colectivo reconoce su naturaleza elitista por sus orígenes en la alta sociedad, pero quiere tender puentes. «Creo que IE y la sociedad segoviana están separadas, no trabajan juntas. Y esta es una gran manera de estar unidos con la comunidad», explica su presidenta.

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Masha, que cumple su cuarto año en la ciudad, explica que «hemos intentado formar el club desde que llegué. Ofrecí mi ayuda a un grupo, pero al final quedó en nada porque no fueron constantes». El club, Rotaract Segovia, entró en enero en el registro internacional y celebrará esta tarde su acto inaugural, en el campus de IE University, con los certificados y los emblemáticos pins que acreditan la pertenencia a este colectivo mundial. La fundación de este club, para personas entre 18 y 30 años, solo es posible bajo el auspicio del club matriz en la ciudad, Rotary Nueva Segovia, que acoge socios a partir de la treintena.

Esta eslovena lleva siete años en la comunidad tras entrar como parte del club de Maribor gracias a que sus padres, médicos, son rotarios. El grupo de Segovia lo integran nueve estudiantes de España, Suecia, Alemania y Reino Unido. «Podríamos ser más, pero preferimos tener gente dedicada», explica Masha, de 23 años, que ha participado en eventos en Venecia o Viena porque cada socio es admitido inmediatamente en cualquier ciudad. La tradición dice que solo se puede entrar por invitación directa, pero el grupo borra en la práctica la exigencia. Cualquier joven entre 18 y 30 años puede inscribirse contactando a rotaractsegovia@gmail.com y podrá ayudar durante un periodo de prueba de seis meses, donde se valorará su compromiso antes de ser miembros de pleno derecho.

Una carrera en la Alameda

El trabajo voluntario del grupo consiste en recaudar fondos y destinarlos a causas humanitarias. Su primer evento será mañana, en una carrera solidaria a partir de las 11.00 horas en la Alameda. La inscripción se realizará allí y esperan congregar a un centenar de personas. Cada corredor donará tres euros por cada vuelta que quiera dar y la recaudación será para la Asociación de Discapacitados de San Ildefonso. «La idea es hacer diversos eventos como carreras, cenas o subastas y ayudar a colectivos como mujeres maltratadas, huérfanos o personas sin hogar. Hay gente que quiere ayudar, pero nunca es suficiente. Por eso estas acciones son importantes, sobre todo en este tiempo de crisis».

Masha admite el origen elitista del movimiento rotario, pero entiende que las nuevas generaciones lo matizan: «En el pasado era gente en buena posición que se juntaba porque tenían el poder para hacer algo. Es verdad, es algo elitista, pero no es que estemos separados, intentamos ayudar a los demás y no nos sentimos más que nadie». El club quiere ser una ventana abierta a quien lo necesite. «Podemos adaptarnos a cualquier problema social. Cualquier persona puede pedirnos ayuda y, si es razonable, trataremos de hacerlo».

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