Segovia

La nueva Policía de Barrio genera malestar en parte de la plantilla

El principal problema que coinciden en señalar varios de los agentes del cuerpo municipal es la pérdida de eficacia en las intervenciones. «No es práctico», aseguran las fuentes consultadas tras la puesta en funcionamiento del servicio en las calles de la ciudad por la mañanas y tardes, de lunes a viernes. Explican que cinco agentes patrullan por la mañana en los distintos barrios y otros cinco por la tarde. En determinados momentos, además, lo hacen a pie por orden de la jefatura. Dejan su vehículo estacionado y hacen una ruta por las calles que puede llegar a durar más de una hora. Durante ese tiempo, las fuentes consultadas explican que los agentes están alejados de los vehículos patrulla y los mandos no tienen agentes que enviar a intervenciones que se produzcan en otros puntos de la ciudad con la rapidez necesaria.

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El problema tiene diferentes aristas, ya que el servicio es prestado en los barrios incorporados por los vehículos de intervención rápida (VIR), de modo que si son requeridos en otros puntos de la ciudad, se encuentran a varios kilómetros de distancia. «Se pierde inmediatez», insisten las fuentes consultadas de un problema que advierten se intensificará en verano, cuando parte de la plantilla de la Policía Local esté de vacaciones.

Pero no es la única pega que ponen al servicio. También tienen sus reticencias a la intención del Ayuntamiento de colocar identificativos amarillos en los uniformes de los policías de barrio, una situación que temen provoque perjuicio en los propios agentes. «Los van a identificar como policías recién salidos de la academia», aseguran.

A todo ello se le une la rotación de las parejas y las zonas y el malestar en el resto de unidades de la Policía Local, ya que tendrán que realizar funciones de Policía de Barrio si quedan descolgados de su unidad. En este sentido, también aseguran que este servicio será el peor retribuido al no cobrar los complementos de fines de semana o nocturnidad.

Por último, a todos los inconvenientes que observan en el funcionamiento interno del propio servicio añaden sus dudas acerca del objetivo final de la Policía de Barrio. Consideran que se trata de una medida que busca que los vecinos vean una mayor presencia policial en las calles de la ciudad, pero rechazan que suponga un aumento de la seguridad. En este sentido, los agentes precisan que los problemas que se quieren solucionar con la Policía de Barrio no son, en la mayoría de los casos, delictivos o que afecten a la seguridad. «Son cuestiones de convivencia que, en la mayoría de los casos, afectan más a departamentos como Servicios Sociales», concluyen.