La nueva misión del entrenador de los ascensos del San Cristóbal

Adrián Velasco deja el banquillo del CD San Cristóbal tras más de siete años de muchas alegrías y alguna frustración en el club segoviano. El entrenador abre un paréntesis en su trayectoria deportiva tras conocer que será padre en las próximas semanas. Su hijo centrará toda su atención en los próximos meses, por lo que el fútbol sala quedará a un lado. Al menos, durante un tiempo. «He decidido tomarme un descanso para cuidar a mi hijo», afirma.

El segoviano describe su paso por el club como «un aprendizaje de todos los compañeros y jugadores» con los que ha compartido vestuario. Aquel técnico que llegó siendo un «entrenador de patio de colegio» –cómo el mismo se define– se marcha de San Cristóbal con la sensación de haberse convertido de verdad en entrenador en el municipio del alfoz de la capital segoviana.

Adrián aterrizó en San Cristóbal en el verano de 2017 para asumir la dirección técnica del Regional Femenino, equipo que entrenó tres años seguidos. En la tercera campaña aceptó también el reto de compatibilizar al equipo femenino con el juvenil masculino en una temporada condicionada por la pandemia que acabó con el ascenso de los chicos a División de Honor Juvenil.

La campaña siguiente se hizo cargo del primer equipo masculino, por aquel entonces en la primera categoría autonómica del fútbol sala de Castilla y León. En su primera campaña, se quedó a tan solo doce segundos de poder subir de categoría a Tercera División. «Se me quedó la espinita clavada de no haber logrado el ascenso. Contábamos con lograrlo», recuerda Adrián Velasco sobre una temporada que se torció con un gol en el último minuto.

La desilusión del frustrado ascenso no duró mucho. La siguiente campaña, la 2021-2022, el equipo sí pudo conseguir el objetivo y ascendió de forma directa a Tercera División tras una temporada sobresaliente. «Fue un hecho histórico para el club, con un equipo en Tercera División y un juvenil en División de Honor», resalta.

Pero su paso por Tercera no fue el esperado para un recién ascendido. A medida que fue ganado partidos logró hacerse respetar durante el campeonato con una plantilla de futbolistas segovianos que «habían confiado en el proyecto desde el inicio». En la parta alta de la clasificación durante toda la liga, llegaron a las últimas tres jornadas a cuatro puntos del líder, el Intersala Zamora. Una distancia que consiguieron remontar para acceder a la fase de ascenso a Segunda B. «Conseguimos clasificarnos para el 'play-off' porque confiamos en nosotros», rememora. El CD San Cristóbal salió victorioso de la fase de ascenso ante el campeón cántabro y continuó haciendo historia con el segundo ascenso consecutivo.

Convertidos ya en el primer equipo de fútbol sala de la provincia, el año de Adrián Velasco en Segunda B ha sido más un sacrificio en la gestión que un disfrute de la competición. «No nos han respetado las lesiones y esto ha generado que no hayamos hecho ninguna convocatoria durante toda la temporada», lamenta el técnico. Por ello, se pregunta qué habría pasado si hubiera tenido la plantilla al completo durante algunas fases del campeonato.

Con el equipo fuera de los puestos de descenso durante toda la temporada, Adrián Velasco decidió hacer un alto en el camino al finalizar la temporada para dedicarse a su próxima paternidad, pero con el convencimiento de finalizar el curso logrando la salvación. «Fue una decisión que tomé con mi mujer, pero no se lo comuniqué al club hasta que no conseguimos casi definitivamente la salvación», declara.

La dificultad para poder compaginar su paternidad con el tiempo que requiere entrenar a un equipo como el San Cristóbal ha sido clave para tomar la decisión. «He pensado en mí pero también en el club. Este equipo se merece un entrenador que esté disponible todos los días para entrenar y dirigir los partidos» señala. Un paso a un lado que no significa su retirada de los banquillos, ya que confía en volver a entrenar en un futuro. Pero mientras su hijo crece, su lugar estará en las gradas del pabellón. «Seguro que estaré cada quince días animando al equipo», comenta.

La marcha de Adrián Velasco obliga al San Cristóbal a encontrar un nuevo entrenador para la próxima campaña, su segunda en la categoría de bronce del fútbol sala nacional. Adrián confía en que el club elegirá un técnico que mantenga el bloque de la actual plantilla, aunque asegura que son decisiones que deberá tomar el próximo inquilino del banquillo del San Cristóbal. «Son temas en los que no me debo meter, cada entrenador toma sus propias decisiones», apunta.

Lo que sí tiene claro el ya exentrenador del San Cristóbal es que el club debe «mantener los pies en el suelo» tras cuatro temporadas de un crecimiento deportivo constante. Y también social: «Es un orgullo tener una afición que te llena cada semana el pabellón», concluye.

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