Una nueva licitación pone en riesgo la conclusión del CIDE antes de las elecciones

García Zamora señaló dos nuevos pasos dados por el Ayuntamiento de la capital para lograr acabar con un inmueble cuyas obras comenzaron hace más de un decenio. El primero es la aprobación, en junta de gobierno local, de la modificación del proyecto de uno de los lotes de trabajos pendientes con los que el Consistorio ha abordado la terminación y legalización del edificio.

En total, fueron siete los lotes que el Ayuntamiento sacó a licitación (por un importe de medio millón de euros) para terminar el inmueble tras los incumplimientos de Rogasa, la empresa que debía finalizar las obras. Esos siete lotes contemplaban intervenciones en la instalación del sistema de protección contra incendios, en instalaciones de climatización, ventilación y gas, en el sistema electroacústico del auditorio, en la instalación de electricidad e iluminación, en las instalaciones especiales o de la alarma o en carpinterías exteriores e interiores de fachada y vidrios. Todos ellos, salvo este último lote, fueron adjudicados. «Algunos ya han sido ejecutados y otros todavía están pendientes por la dificultad de recepción de determinados suministros, que vienen con cierto retraso», explicó García Zamora.

Pero al lote de los vidrios y las carpinterías exteriores no se presentó ninguna oferta. Por ello, el edil declaró que se ha modificado el proyecto para incluir nuevas necesidades y soluciones técnicas «diferentes a las previstas en el anterior contrato», que quedó desierto. Las modificaciones, según la explicación del concejal, están relacionadas con los vidrios, sus anclajes y su resistencia. «Se han realizado ensayos estáticos en el propio edificio y se ha comprobado que alguno de los vidrios tiene resistencia», declaró.

El presupuesto con el que el lote saldrá a licitación es de 62.000 euros, una cifra inferior al contrato que quedó desierto en octubre precisamente al no ser atractiva económicamente para ninguna empresa. «Se ha buscado otra solución técnica con la que se puede llegar a ejecutar conforme al proyecto de obra», dijo García Zamora, confiado en que a la segunda sí haya empresas interesadas en ejecutar la obra que ya cuenta con los precios de los materiales actualizados.

Una vez aprobada la modificación, el siguiente paso es la licitación y su posterior adjudicación, trámite que tendrá una duración de un mes, según explicó Jesús García Zamora. El plazo de ejecución de los trabajos es de dos meses, por lo que el edificio no estará terminado hasta finales de abril, siempre y cuando se cumplan los plazos más optimistas y no haya nuevas complicaciones en los trámites.

«Merecerá la pena. Es un edificio extraordinario. Alguno cuando lo vea cambiará su opinión», subrayó García Zamora sobre el edificio CIDE. Al mismo tiempo que avanzan las obras para su conclusión, el Ayuntamiento de Segovia trabajará en la «complejidad administrativa» que hay que resolver para poder abrir un edificio. Hace menos de dos meses, el Consistorio anunció que el centro de innovación de FP desembarcaría en mayo en el CIDE.

«Nosotros vamos a ir trabajando de forma paralela», insistió García Zamora sobre los plazos que maneja el Ayuntamiento para cumplir con todos los trámites administrativos que restan. No se quiso atrever en este caso el edil de Economía y Hacienda a fijar fechas en el calendario, más allá de anunciar que en el pleno ordinario de enero está prevista la aprobación de la memoria de gestión del inmueble, «uno de los elementos esenciales para poder continuar con toda la tramitación administrativa».