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Da Vinci ya se ha estrenado en los quirófanos del Hospital General de Segovia. Fue el 27 de este pasado mes de noviembre. Esta fecha acuña la puesta de largo de la cirugía robótica con la que se llevan a cabo desde hace dos semanas ... algunas intervenciones quirúrgicas muy específicas. Su incorporación representa una pequeña gran revolución en la atención sanitaria que se presta a los pacientes de la provincia y marca otro hito en los avances tecnológicos que sirven al quehacer de los profesionales. Desde entonces ya han sido seis los pacientes operados con este sistema que se emplea para las cirugías programadas, es decir, las que constituyen la lista estructural de espera en diferentes especialidades y no las que entran por urgencias.
La segunda intervención se llevó a cabo el 2 de este mes de diciembre; la siguiente se hizo el 5; este martes 10 se empleó en dos ocasiones, y este miércoles se ha utilizado una vez más. El subdirector médico de Atención Hospitalaria del Complejo Asistencial de Segovia, Dayro Gutiérrez, revela cuál es el objetivo que se han marcado en el centro sanitario de referencia en la provincia sobre el aprovechamiento de la cirugía robótica Da Vinci. «La intención es usarlo a diario, ocupar todas las mañanas». Si se hace una proyección de la voluntad expresada por el coordinador de la planificación quirúrgica, el volumen mínimo de intervenciones que se realizarán con este nuevo aliado tecnológico en los quirófanos asciende a más de 250, ya que el funcionamiento previsto abarca de lunes a viernes y en el turno de mañana.
El doctor Gutiérrez precisa que, por ahora, la aportación quirúrgica del robot quirúrgico se la reparten entre cuatro especialidades: Cirugía General, Otorrinolaringología, Urología y Ginecología. Además, se han configurado seis equipos, cada uno de los cuales están integrados por tres profesionales. Uno es el cirujano que maneja la consola del Da Vinci, que a grandes rasgos se puede describir como un cabina ergonómica con dos mandos tipo joystick y unos pedales con los que se adentra y maniobra por el interior del cuerpo del paciente que está en la camilla de la sala de operaciones. Se mueve a través de una imagen en tres dimensiones. Es como si el propio médico se introdujera en el organismo del enfermo. Este operador es el que acciona los brazos del robot y realiza en sí la intervención quirúrgica.
Los otros dos componentes que completan la dotación son cirujanos asistentes en labores auxiliares, vigilantes para que no ocurra nada. En cualquier caso, todos cuentan con la formación necesaria para manejar este nuevo aparataje tecnológico con el que el Hospital General de Segovia da un salto en la calidad asistencial que ofrece a los usuarios, añade el coordinador.
Dayro Gutiérrez subraya algunas de las ventajas que brinda este sistema al médico que hace la operación y que también se acaba de poner en marcha en el Clínico de Valladolid. Una es que la cirugía robótica «no solo tiene anchura y longitud, sino que ofrece profundidad». Esta característica permite ser «más precisos» y eficaces a la hora de ejecutar las acciones que exigen los diferentes procesos quirúrgicos. La comodidad es otro de los beneficios que encuentran los profesionales médicos, ya que, a diferencia del resto de cirugías, Da Vinci se maneja sentado. Cuando un cirujano pasa varias horas en el quirófano realizando intervenciones complejas que requieren un pulso templado, al final se cansa. El robot no sufre este desgaste, ni físico ni mental.
Asimismo, la nueva herramienta de la que dispone el Hospital General de Segovia es capaz de paliar las limitaciones de movimiento que restringen la maniobrabilidad de los medios humanos. Cuatro brazos abarcan más que dos.
Por su parte, el paciente que ha de pasar por quirófano también sale ganando. «Es una técnica mínimamente invasiva», destaca el subdirector médico de Atención Hospitalaria. Esto quiere decir que reduce el dolor que pueda padecer en el postoperatorio la persona intervenida quirúrgicamente, lo mismo que contribuye a acortar la estancia de hospitalización, ensalza Gutiérrez. El ingreso puede recortarse de siete u ocho días a 48 horas. De esta ventaja se deduce otra que afecta al sistema y la gestión, y es que se produce un ahorro de costes y se agiliza la rotación de internos en las camas de hospitalización del complejo asistencial segoviano.
Además de la consola que se articula como un centro de control en el quirófano a la hora de operar, el robot consta de otras dos partes. Una es la llamada torre de visión, que contiene la unidad central para la captación, elaboración y el procesamiento de la imagen en tres dimensiones. En esta dotación también se encuentran otros accesorios del sistema robótico, como el electrobisturí o los insufladores.
Completa el equipamiento quirúrgico el denominado carro del paciente, que es el elemento operativo del sistema Da Vinci. Cuenta con cuatro brazos intercambiables y móviles que están montados sobre una columna y que están preparados para anatomías complejas ya que pueden desplegarse más allá de los 48 centímetros. Está diseñado para soportar la óptica y los instrumentos de ocho milímetros. Para garantizar la seguridad del paciente, las acciones del carro del paciente tienen prioridad sobre las de la consola del cirujano.
En cuanto al funcionamiento, Dayro Gutiérrez detalla que se va a asignar un quirófano, que será el que acoja el robot quirúrgico. Las especialidades cuyos pacientes programados se tienen que someter a una operación «irán rotando» por esta sala. Asimismo, al tener una cartera de intervenciones más amplia, en Cirugía General y del Aparato Digestivo se han formado tres equipos; mientras que para Otorrinolaringología, Ginecología y Urología hay uno por cada área.
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César Blanco Elipe
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El subdirector médico de Atención Hospitalaria apunta la intención de que en un futuro la operatividad de Da Vinci «se amplíe a otras especialidades que tienen cabida» dentro de la cartera de procedimientos que pueden llevarse a cabo mediante esta herramienta quirúrgica, como la cirugía pediátrica o de tórax. Del mismo modo que el centro avanza en su puesta a punto tecnológica. Esta incorporación se suma a otras recientes como el angiógrafo digital, en servicio desde hace dos años, y con el que se pretendía el éxodo de 400 segovianos a otras provincias para someterse a este procedimiento.
Gutiérrez enumera las intervenciones que sí van a hacerse con la asistencia de Da Vinci en el Hospital General: desde las cirugías colorrectal, gastroesofágica, hepatobiliar, obesidad y pared abdominal hasta, en el área de Urología, operaciones de próstata, riñón o vejiga. En Ginecología, procesos oncológicos para atajar cánceres, y en Otorrinolaringología también es capaz de operar patologías benignas y malignas de faringe, laringe y cuello, por ejemplo.
El subdirector médico de Atención Hospitalaria, Dayro Gutiérrez, matiza que el ritmo pretendido de hacer al menos una cirugía diaria, de lunes a viernes, con el robot quirúrgico Da Vinci va a estar condicionado a cada diagnóstico que pase por el quirófano. Habrá operaciones más largas que ocupen esta nueva tecnología durante toda la jornada, y otras serán más cortas o sencillas que permitirán hacer hueco a dos intervenciones diarias. El coordinador ensalza la adquisición, que salió a licitación por un presupuesto base de 1,6 millones de euros. «Todos los cirujanos han recibido la preparación teórica y práctica, han llevado a cabo horas de simulación que les acredita para manipular el robot», destaca Gutiérrez, quien también hace hincapié en que esta «tecnología punta sitúa al Hospital General a la altura de otros centros de Castilla y León».
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