El Niño de la Bola recupera el brillo

Las encargadas de los trabajos de restauración devolvían hace unos días la talla a la iglesia de San Miguel, donde se guarda habitualmente, y donde era recibida por varios miembros de la cofradía, que se encargaron de vestir la imagen y devolverla a su lugar, una vez recuperada y sentada la policromía que en buena medida se encontraba levantada, y en algunas zonas localizadas con mucha suciedad, por lo que los trabajos también han sido de limpieza, en la que también se han eliminado los repintes y capas que se situaban sobre la pintura original.

En algunas zonas de la talla, como en el pie derecho, también se han reintegrado los volúmenes con una resina especial para después incluir la policromía. Otros de los deterioros con los que contaba la talla eran numerosos picotazos por el pecho de la imagen, debido a que a lo largo de los años se sujetaban las ropas del Niño con alfileres y agujas, con lo que se dañaba la imagen.

Para ello desde la cofradía se apuesta por anular las operaciones de vestido de la talla que suponían realizar el tramado de los trajes con alfileres. Además, dos de las cofrades, Azucena Fraile y Maribel Saz, artesanas textiles, han elaborado dos nuevos trajes a medida, uno de ellos blanco y otro rojo que se completa con un lazo verde y que se ha realizado teniendo como modelo el que portaba el niño en el primer estandarte original con el que cuenta la cofradía. Tras la llegada de la talla del Niño de la Bola a la iglesia, Fraile y Saz se encargaron de vestirle con el nuevo traje rojo, que se cierra con botones automáticos y se sujeta con lazos, eliminando así los alfileres y posibles nuevos daños a la imagen. También buena parte del deterioro existente en zonas como los dedos y el brazo del niño respondían en buena medida a los anillos y otras piezas devocionales que portaba en la mano, lo que a partir de ahora se limitará. Sin embargo, no habrá problema con algunas medallas y pulseras, pues se pueden incluir sobre los nuevos trajes de la talla. Del 'tesorillo' con el que cuenta la imagen, en la misma únicamente se incluirán aquellas piezas que no dañen la imagen, tal y como apuntaron los cofrades. Además de en la propia imagen del Niño Jesús de la Bola, las restauradoras también han trabajado en la peana sobre la que se asienta y en la bola que porta en una de sus manos. Sobre esta última, las restauradoras detectaron que estaba cubierta de purpurina, lo que se ha eliminado y se ha dejado el oro original, trabajando sobre ella, ya que se había pintado por el desgaste.

Está previsto que en fechas próximas a la Navidad, cuando tienen lugar las celebraciones en honor al Niño, se celebre un acto público que será una presentación oficial de la nueva imagen de la talla, en el que las restauradoras detallarán los trabajos realizados y mostrarán en fotografías el antes y después de la primera intervención profesional que se realiza sobre la imagen, cuyo coste lo ha asumido la cofradía. Con la restauración de la imagen no culminan los proyectos de la cofradía, que este 2019 cumple los 340 años de su existencia conocida. Así, uno de los hermanos cofrades, Juan Carlos Llorente, apuntó que se espera que en un futuro la iglesia de San Esteban cuente con un espacio dedicado al Niño donde se pueda exponer su tesorillo, fotografías antiguas, actas de la cofradía e incluso una imagen mimética para que esté en su hornacina, pues el templo era donde se ubicaba originariamente la talla.

La realización de esa imagen mimética es otro de los proyectos de la cofradía, que podría no ser una talla de madera de cuerpo entero y sexuada, tal y como es la original, sino que únicamente podría montarse con un caballete con las manos y rostro, que se vestiría con alguno de los trajes de la imagen.