Segovia

La nevada sorprendió a 1.300 personas en un festival de música en La Pinilla

Lo que seguramente no esperaban los cientos de asistentes que acudieron a la estación, bien para esquiar o bien para disfrutar del festival llamado Oro Viejo, era que la nieve complicase los accesos a las pistas, tanto para llegar como para salir de La Pinilla. Pero la intensa nevada que azotó a buena parte de la provincia durante toda la tarde del sábado también generó momentos de caos en las carreteras que comunican La Pinilla con Cerezo de Arriba y con Riaza.

Fue cuestión de minutos. La calzada de las carreteras pronto se cubrió de nieve y los coches inmovilizados tanto a los lados como en la propia carretera se empezaron a multiplicar. Acceder o salir de la estación de esquí ya era una misión complicada, sobre todo para los numerosos vehículos que acudieron a las instalaciones con coches poco aptos para condiciones de montaña. En muchos casos, en los que sí contaban con cadenas o neumáticos de invierno para dotar a los turismos de mayor agarre en condiciones de nieve, hubo serios problemas de los conductores para su colocación en las ruedas, generando así retenciones y atascos en las carreteras.

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Voluntarios que acudieron a la estación de esquí para ayudar a rescatar los vehículos que permanecían estacionados en lo alto no entienden que la Guardia Civil de Tráfico no decidiese cortar la carretera de acceso a las pistas, con abundante nieve y helada en varios tramos. Sí que había varias patrullas de la Guardia Civil que desde primera hora de la tarde trataban de ayudar a los decenas de conductores con problemas en las carretera que conecta Cerezo de Arriba con La Pinilla, pero sus esfuerzos resultaban insuficientes ante la cantidad de coches con problemas para moverse sobre la nieve.

En el aparcamiento y la rotonda de La Pinilla la situación no era mejor. A pesar de la nevada, los coches seguían llegando hasta la estación. También había conductores que querían marcharse, pero las condiciones meteorológicas no eran las más adecuadas. El resultado fue el más lógico. Numerosos vehículos atrapados durante toda la carretera. De hecho, hubo gente incluso que optó por emprender el camino de regreso de La Pinilla andando, en pleno temporal, de noche y con la única iluminación de la linterna del teléfono móvil.

Mientras, en La Pinilla seguía el festival de música hasta la medianoche. Allí, se mezclaba el nerviosismo de las personas que querían salir de la estación y la diversión de los que querían seguir de fiesta. Un equipo de Cruz Roja de Riaza llegó para suministrar mantas, calentadores y bebidas a los conductores que permanecían atrapados, además de colaborar con palas en las labores de rescate de los vehículos atrapados. Mientras, varias máquinas quitanieves se encargaron durante horas de trabajar para limpiar la calzada y permitir la circulación de turismos y autobuses. Según confirmó la Subdelegación del Gobierno, los últimos vehículos pudieron abandonar La Pinilla a las dos e la madrugada.